Gabriela González es una artista plástica mexicana que se ha volcado en los recuerdos y la obra de su propio padre para realizar una serie de piezas que crean una relación íntima entre la literatura y el dibujo; entre la palabra y el trazo.
Los recuerdos de su padre fallecido, albergados en los rincones de su estudio, sirvieron como una fuente de estímulo visual. Los escritos encontrados, fueron reconfigurados; imaginados como trazos y dibujos abstractos, incluso como objetos de una naturaleza corpórea. Con la reapropiación comenzó la búsqueda por diferentes narrativas que dieran respuesta a la tensión producida por las sensaciones que dejaba la pérdida. Gabriela logró amalgamar las dos disciplinas que han marcado su vida: el dibujo y la literatura; pensar el dibujo de una manera diferente a través de collages de los textos, diarios personales, cartografías, etc.
Desde zapatitos de papel hechos con manuscritos, hasta una almohada tejida con cabello sintético –inspirada en uno de los escritos encontrados– la artista crea un espacio de ensueño palpable, elaborando piezas oníricas.
En esta colección, Gabriela González está interesada especialmente en las experiencias estéticas producidas al leer y a su vez, cómo estás pueden convertirse en visuales. Al momento de ver las piezas, en el lector se despierta la imaginación con la visualidad intrínseca de una narración.
Sus dibujos son una continuación de la palabra escrita, de las novelas y/o cuentos no concluidos de su padre a través del dibujo, de la gráfica; una colaboración entre lo textual y lo visual.
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