Hoy soy el resultado de todas mis decisiones, es una de las afirmaciones más fuertes que una persona puede hacerse a sí misma. ¿Soy realmente responsable de todo lo que elijo?, de forma casi automática surge el miedo a contestarnos porque sabemos que la respuesta es un sí. El problema no es lo que ya decidí o si en un futuro me arrepentiré; radica más bien en cómo razono–tomo aquí y ahora mis propias decisiones:“La persona más poderosa es aquella que es dueña de sí mismo.” Séneca.
No importa el rumbo que ya haya tomado mi vida, una de las premisas es saber que equivocándome conozco cómo funcionan y cómo no funcionan las cosas, me permite ver un cubo desde fuera, sin limitaciones; eso me hará saber cuál es el camino que realmente quiero andar.
Mentalmorfosis es un manifiesto cargado de experiencia que muere por ser contado. Quiere ir más allá para decirnos que no hay un punto de vista absoluto, que no hay una verdad auténtica; que el poder más grande está en el que posees como humano, que saltar al vacío significa buscar lo que realmente quieres, aún cuando al mundo le parezca lo más insensato posible.
Un final al revés es un nuevo principio
Franz de Paula, escritor de este manifiesto, apuesta por la insensatez, el riesgo y la locura, pues el día a día viene cargado de estas características que detectan si lo que hago es mi pasión, si realmente vivo de eso que me enriquece la imaginación, que hace que fluya con mi entorno, mi relación con los demás, con lo que sea que haga.
“La curiosidad es la lujuria de la mente” Thomas Hobbes
El autor propone el concepto de Mentesponja, detonado por la curiosidad para descubrir, descifrar el mundo y contemplarlo como un todo; entendiendo que tú y yo, como humanos que somos, formamos parte de esta maravilla. Lo que importa es lo que haces aquí y ahora, es tu experiencia la que distingue tu existencia.
Un final al revés es un nuevo principio.