Al recorrer la ciudad podemos contar nuestra historia personal; reconocemos la calle en la que dimos nuestro primer beso, el parque en el que aprendimos a patinar, la colonia en la que vivimos solos por primera vez. Sin embargo, recorrer una ciudad no es sólo identificar los lugares que cuentan nuestra vida, sino también apreciar los espacios que forman parte de la historia de la ciudad misma. Todas las calles de la Ciudad de México guardan secretos de amor, muerte y lucha; si nos detenemos un momento y sabemos escuchar a sus habitantes, podemos descubrir estos misterios.
Desde su creación como colonia residencial, La Guerrero ha sido un ícono de la Ciudad de México. Sus calles y edificios viejos resguardan historias que casi nadie conoce, y que tienen un gran significado en la historia cultural de nuestro país. A continuación, te presentamos ocho detalles que quizá no conocías sobre uno de los lugares más populares de la ciudad.
1. Los muertos que descansan bajo sus calles
Esta colonia tiene como límites las calles de Moctezuma al norte, Santa María la Redonda (Eje Central) al este, Magnolia en el sur y Galeana al poniente. En La Guerrero se ubicaba el Panteón de Santa Paula, camposanto en el que descansaron los restos de ilustres personajes, como Leona Vicario, el primer Conde de Regla, así como la última virreina de México: Doña María Josefa Barriga y Blanco O´donojú. Sin embargo, este panteón es más bien reconocido porque el 27 de septiembre de 1858 se sepultó con gran pompa fúnebre la pierna que el General Antonio López de Santa Anna —o Su Alteza Serenísima, como se hacía llamar— perdió defendiendo a la patria en Veracruz. Hacia 1881 se ordenó que el terreno entero se lotificara para su venta, y en 1903 se derrumbaron las últimas bardas y se dio paso a la construcción de grandes residencias.
2. La historia de su famoso dueño
Rafael Martínez de la Torre —además de ser el nombre que lleva el mercado más popular de la zona— fue un acaudalado empresario, dueño de los terrenos de La Guerrero, parte de la Hacienda la Condesa, el Potrero de Romita, parte de la Hacienda de la Teja, la mitad del Huerto del Carmen en San Ángel y la mitad del Rancho de San Miguel Chapultepec. Todas sus propiedades fueron lotificadas para su venta, y ahora son parte de varias de las colonias más famosas de la Ciudad de México.
3. El patrimonio que alberga
La Parroquia del Inmaculado Corazón de María (o Iglesia de Martínez de la Torre) es una edificación de estilo neogótico que fue construida entre 1887 y 1902. Actualmente sólo se conserva la fachada principal con sus dos torres, ya que los terremotos de 1957 y 1985 acabaron con el interior. La fachada ha sido conservada gracias a los esfuerzos de instituciones como el INAH y el INBA.
4. La velocidad de su crecimiento
La colonia Guerrero fue fundada en 1874, y 13 años después ya contaba con mil 200 edificaciones. Este hecho marcó un avance urbanístico sin precedentes en el país.
5. El baile y la música
El salón “Los Ángeles” fue inaugurado en agosto de 1937, era un salón de baile tradicional que presentaba orquestas en vivo para el deleite de la gente. Aún en nuestros días, la tradición continúa e incluso se ha acuñado la frase “quien no conoce Los Ángeles, no conoce México”.
6. La leyenda de la mujer que murió de amor
La casa ubicada en la calle Héroes #45 fue construida en 1893, perteneció a uno de los arquitectos más célebres del Porfiriato, Antonio Rivas Mercado. Él fue el creador de construcciones como la Columna de la Independencia y el palacete que alberga el Museo de Cera de la Ciudad de México. Además, esta casa fue el hogar de Antonieta, la hija del arquitecto, quien lejos de ser recordada como una gran bailarina y dramaturga, es conocida por ser la mujer que se quitó la vida en la iglesia de Notre Dame en París. Debido a los infortunios de su romance con José Vasconcelos, Antonieta decidió darse un balazo con la misma pistola que Vasconcelos cargaba para su seguridad personal.
7. Los saqueos
Frente a la casa de la familia Rivas Mercado, se encontraba la casa de uno de los abogados más famosos del Porfiriato: Joaquín Casasús. Esta construcción fue nombrada la casa más bella de su época debido a la elegancia de su diseño interior, la majestuosidad de los salones de recibimiento y el detalle que la familia Casasús había puesto en cada una de las piezas que adornaba el hogar. Esta casa, como muchas de la época, sufrió los estragos de la Revolución; fue tomada por Lucio Blanco, reconocido revolucionario que hacía arder los tapices y las alfombras para calentar los salones en los que descansaba su tropa.
8. Las celebridades que han recorrido sus banquetas
La colonia Guerrero ha sido cuna y hogar de muchos personajes de la cultura popular mexicana. Figuras como la de Yolanda Vargas Dulché, Paquita la del Barrio, Saúl Hernández y Ángela Peralta se han mostrado orgullosos al decir que esta colonia los vio crecer.
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La Ciudad de México alberga leyendas e historias entre sus calles. Para conocer cómo se veía la ciudad hace 400 años, en este artículo te compartimos algunos mapas de la época.