No se trata de un sólo día, el Día de muertos implica toda una serie de rituales que duran casi una semana.
El Día de muertos es una de las fiestas y tradiciones más emblemáticas de México, a nivel internacional es fácil ubicar y relacionar múltiples ritos y tradiciones que engloban este festejo: desde las flores y papel picado, hasta las calaveritas de azúcar y ofrendas. Sin embargo, a pesar de que se le conoce como el Día de muertos esta es una fiesta no dura únicamente un día, sino casi toda una semana reservando un día para una festividad o rito diferente.
También conocido como el Día de los Fieles Difuntos o el Día de Todos los Santos, desde tiempos prehispánicos se creía que en esta temporada a finales de octubre y principios de noviembre se espera que las almas de los seres queridos vuelvan a casa a pasar una noche disfrutando de los placeres que gozaban en vida. Afortunadamente pese a la colonización esta tradición logró sobrevivir adoptando algunas creencias y ritos católicos y europeos.
Si bien existen muchas formas de unirse a la celebración de Día de muertos que dependen de las distintas regiones del país, un elemento básico en todas ellas es la ofrenda que generalmente consta de veladoras, flores, platos de comida, bebidas, papel picado y sal.
¿Cuándo se pone la ofrenda de Día de muertos?
Por lo regular, en México se pone la ofrenda de Día de muertos la noche del 31 de octubre y se quita hasta la mañana del 3 de noviembre. Pero esto puede variar dependiendo de las ánimas que se reciben en casa, es decir de cómo eran antes de morir y en que circunstancias fallecieron.