La Conquista fue uno de los episodios más salvajes y sanguinarios en la historia de México y Latinoamérica. Este hecho demostró la nula empatía y poca madurez que tenía la sociedad uuropea ante la llegada a nuevas tierras y el conocimiento de civilizaciones completamente diferentes a las suyas, las cuales iban en contra de lo que ellos consideraban apropiado y correcto.
Si bien la Conquista más evidente fue la de territorio, hubo una aún más atroz y desalmada: la espiritual. Miles de poblaciones fueron obligadas a desechar sus creencias y adoctrinarse a la religión católica y cristiana.
Para lograr estas transiciones los europeos optaron por construir iglesias y capillas en templos prehispánicos, así la gente seguiría acercándose a sus espacios espirituales habituales. Sin embargo, las nuevas generaciones comenzaron a olvidar a las deidades de sus antepasados, y rezándole a Santos católicos.
A continuación enlistamos algunas figuras católicas que tomaron el lugar de deidades prehispánicas.
Tonantzin – Virgen de Guadalupe
Este es el ejemplo más conocido. Se sabe que en el cerro de Tepeyac, donde ahora se encuentra la Basílica de Guadalupe, se encontraba el templo de Tonantzin “nuestra madre venerada”, una de las principales deidades mexicas que representaba la fertilidad, la vida y la muerte. Existía un gran fervor por esta diosa y desde tiempos prehispánicos los seguidores y devotos peregrinaban a este sitio para rendirle culto a Tonatzin, así que los españoles se aprovecharon de esta devoción para instalar un gran templo a una figura con la que los mexicanos se pudieran identificar: una virgen morena, madre de los americanos, que se dice se le apareció a un hombre llamado Juan Diego. A pesar de este intento de colonización, durante muchos años los mexicanos siguieron peregrinando a este sitio para rezarle a la misma Tonatzin, sin embargo, con el paso del tiempo la gente ha olvidado el nombre de la deidad y el de la Virgen ha prevalecido.
Quetzalcoatl – Jesucristo
Quetzalcoatl era una de las deidades más representativas de los pueblos mesoamericanos, que además tenía características muy similares a las de Jesucristo. Ambos vivieron como dioses creadores y como humanos líderes que partieron hacia la muerte con la promesa de volver. Así lo describió Fray Bernardino de Sahagún en su texto Historia general de las cosas de Nueva España:
«Quetzalcóatl, aunque fue hombre, teníanle por dios y decían que barría el camino a los dioses del agua y esto adivinaban porque antes que comienzan las aguas hay grandes vientos y polvos, y por esto decían que Quetzalcóatl, dios de los vientos, barría los caminos a los dioses de las lluvias para que viniesen a llover».
Y tal cual lo dijo Francisco López de Gómara en Historia de la conquista de México, los españoles decidieron sacar ventaja de estas coincidencias para adoctrinar:
«El ídolo mayor de sus dioses llaman Quetzalcóatl, dios del aire, que fue fundador de la ciudad; virgen, como ellos dicen, y de grandísima penitencia; instituidor del ayuno, del sacar sangre de la lengua y orejas, de que no sacrificasen sino codornices, palomas y cosas de caza».
Oztoteotl – Cristo de Chalma
Mientras que Oztoteotl, el Señor de la cueva, protector de los cazadores, venerado en Anáhuac, actualmente Estado de México, fue suplantado por el Cristo Chalma, a quien lo veneraron de igual manera, con peregrinaciones y danzas. Así lo describió Bernardo Ortíz de Montellano en Medicina, salud y nutrición aztecas:
«La cueva de Chalco, donde se adora una aparición de Cristo, sigue siendo en el México de hoy, uno de los principales lugares de peregrinación. Era originalmente, la sede del culto de Oztoteotl (“El señor de las cuevas”)».
Foto: San Juanico Nextipac
Tezcatlipoca o Telpochtli – San Juan Bautista
Por su parte Tezcatlipoca (o Telpochtli para los totonacas) era un dios joven y virginal, así que los europeos no dudaron en relacionarlo con Juan Bautista, a quien lo comenzaron a festejar en las mismas festividades de Telpochtli. como se puede leer en los mismos escritos de Bernardo Ortíz de Montellano en Medicina, salud y nutrición aztecas:
«Tianguismanalco, donde se celebraba una fiesta en la que se honraba a Telpochtli (“El joven”), una de las advocaciones de Tezcatlipoca, se convirtió en sede de una ceremonia en honor de San Juan Bautista».
Actualmente solo se celebra la fiesta de San Juan Bautista.
Tláloc – Niñopan
Niñopan es una mezcla entre el náhuatl y el español que significa “niño del pueblo” y se representa como una figura del niño Jesús, es muy popular al sur de la Ciudad de México, en la zona de Xochimilco. Se cree que en sus orígenes, cerca de 1573, se introdujo en una figura de madera del niño una pequeña réplica del dios mexica de la lluvia, Tláloc, para convencer a los indígenas de rendirle tributo. Desde entonces a esta figura se le considera milagrosa.
Foto: CR Comunicación