Las bases de la fe musulmana
Actualmente existen alrededor de mil 200 millones de personas practicantes de la religión musulmana. El Islam es, pues, una de las religiones con más seguidores del mundo, y, también, quizá la religión más estigmatizada en Occidente. Las acciones que han tomado los fundamentalistas islámicos en diversos momentos de la historia, y la explosión mediática internacional a partir de los acontecimientos del 11 de septiembre en el WTC han estigmatizado esta religión, que como todas las existentes en el mundo, aboga por un bienestar universal para todos los hombres, con base en una conexión espiritual con la deidad máxima, en este caso Allah.
La religión musulmana nace con la figura de Mahoma, un miembro del grupo de los Gurayshies, los cuales se remontan hasta el mismo Abraham, un hombre nacido alrededor de 570 d.C. en las áridas tierras de la península arábiga.
Mahoma nació dentro de una sociedad principalmente nómada que se caracterizaba por los grandes peregrinajes para trasladar y vender diferentes mercancías. La vida de Mahoma transcurriría en una relativa normalidad hasta que alrededor de los 40 años comenzó a experimentar estados de éxtasis en los que una deidad (Allah), por medio del arcángel Gabriel, se comunicaba con él para dictarle los preceptos que posteriormente serían los versículos (Azuras) del libro sagrado del islam, el Corán.
La palabra de Allah pronto comenzó a ser difundida, y también atacada. Estas hostilidades fundan la llamada Hégira o huída, que marca el año 1 del calendario musulmán datado en el año 622 del calendario cristiano. Alrededor del año 630, más de 10 mil musulmanes árabes conquistan la Meca y la adoptan como Ciudad Santa.
En el año 632 muere el profeta Mahoma al tiempo en que la nueva religión de Allah crecía cada vez más rápido. Esta expansión llegaría a su punto cumbre cuando en un lapso de 20 años fueron conquistados los territorios de Siria, Irak, Palestina, Egipto, todo el Imperio Persa, incluso, llegando hasta España por medio del norte de África.
Tras la muerte de Mahoma surgen las dos grandes divisiones del Islam. Al no haber dejado un descendiente masculino, la guía espiritual islámica pasó a manos de Abu Beker, considerado como el primer califa.
Los seguidores que aceptan esta descendencia son los Sunnitas que conforman la ortodoxia islámica representada por el 80 por ciento de los musulmanes. La rama de los Chiitas no acepta tal sucesión argumentando que la verdadera descendencia del profeta pertenecía a su yerno Alí. Esta rama solamente representa el 20 por ciento de los musulmanes.
El Corán o “lectura” es la colección de mensajes revelados al profeta por medio del arcángel Gabriel. Está compuesto por 114 capítulos o Azoras ordenadas en relación con su extensión, no a su cronología, y de éste se desprenden las cinco obligaciones rituales marcadas que cada creyente deberá realizar:
1. La asimilación, comprensión y aceptación de la frase “no hay más Dios que Allah y Mahoma es su mensajero”. Esta frase resume toda la doctrina islámica y el creyente debe aceptarla de manera consciente.
2. La oración ritual, considerada como un conjunto de gestos y palabras rigurosamente fijados en un acto de alabanza y adoración, determinan un vínculo personal con la deidad máxima: Allah. Se realiza cinco veces al día. Al recibir la llamada a la oración, el creyente debe orientarse hacia la ciudad sagrada de la Meca y delimitar en el suelo un espacio que lo separe del mundo exterior, para esto se ayuda de una alfombra de oración.
3. El ayuno en el mes del Ramadán. Es obligatorio durante todo el mes para todos, excepto los enfermos y viajeros así como las mujeres embarazadas. Se prohibe absolutamente cualquier tipo de absorción, ya sea líquida o sólida, hasta que se ponga el Sol. Al final del Ramadán tiene lugar una de las mayores fiestas del mundo musulmán, la fiesta de ruptura.
4. La limosna legal. Su obligación está dirigida a todo aquel creyente poseedor de un cuerpo y alma sanos. Es obligación de todo aquel seguidor dar una porción semejante al 10 por ciento de su producción a los pobres, a los enfermos y, en general, a los más necesitados
5. La peregrinación a la ciudad santa de la Meca. Este acto es obligatorio siempre y cuando la condición económica de los creyentes lo permita.
Existe un sexto pilar, que solamente alguna minoría del islam lo reconoce, el jihad o “guerra santa” es el mandato a, por medio de la fuerza, convertir o someter a todos aquellos individuos quienes no practiquen y nieguen la fe musulmana. Este punto es polémico debido a que ha sido el punto principal y bandera de grupos fundamentalistas. Todo esto tiene su base en el Corán mismo, ya que ciertas Azoras determinan el deber que los musulmanes tienen para convertir a los no creyentes, así mismo el Corán incita a la conversión por medios pacíficos.
Mucho se ha cuestionado el papel de la mujer dentro de las sociedades musulmanas. El uso del velo o la burka es sumamente criticado en occidente. Es una cuestión de enfoques, ¿por qué creer que la vestimenta occidental representa el bien y la musulmana el mal? Finalmente la cuestión del maltrato físico a las mujeres musulmanas es un escándalo en occidente, pero en realidad sólo son casos de personas quienes actúan de manera radical en contra de otro ser humano. Golpear a una mujer o a cualquier otro ser humano no depende de la religión que se profese. Desafortunadamente existen casos de violencia intrafamiliar entre los cristianos, judíos, indúes e, incluso, entre los ateos.