Desde el inicio de la humanidad, el hombre ha creado historias para explicar su origen, intentar predecir su futuro y tratar de comprender los fenómenos que suceden a su alrededor. Gracias a la razón y el método científico, la humanidad ha logrado descifrar la mayoría de los grandes misterios de la naturaleza, desde el movimiento de los astros o la composición de la materia, hasta la formación de las tormentas o tifones.
Sin embargo, a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología, perduran algunas interrogantes que con el paso de los años han adquirido un estatus mítico y que suelen asociarse con entidades sobrenaturales o visitantes de otros planetas. Entre las más famosas se encuentran la creación de Stone Henge, las supuestas conspiraciones para esconder extraterrestres en el Área 51 y los círculos en los cultivos. Pero hay un misterio que ha capturado de forma especial la imaginación del mundo, dando lugar a todo tipo de especulaciones, se trata del denominado “Triángulo de las Bermudas”.
El “Triángulo” es un área geográfica de una extensión de entre 500 mil y 1.1 millones de kilómetros cuadrados –según el autor al que se pregunte– con forma de triángulo equilátero, con vértices en las Islas Bermudas, la Isla de Puerto Rico y la ciudad de Miami, en EEUU. De acuerdo con las historias sensacionalistas sobre este sitio, aquí ha ocurrido una gran cantidad de fenómenos inexplicables que condujeron a la desaparición de aviones y embarcaciones de todo tipo.
Abundan las teorías al respecto, desde las más descabelladas –extraterrestres malvados y portales a otras dimensiones–, hasta las que atribuyen las desapariciones a condiciones climáticas extremas –poderosas tormentas eléctricas, tsunamis o corrientes engañosas–, también hay quienes aseguran que todo se explica por errores humanos. Lo cierto es que continúa siendo uno de los grandes misterios sin resolver de la actualidad.
La primera mención sobre desapariciones misteriosas en este espacio puede encontrarse en un artículo publicado en el “Miami Herald”, del 17 de septiembre de 1950, titulado “Sea’s Puzzles Still Baffle Men in Pushbutton Age”. El autor, Edward Van Winkle Jones, hace un recuento de los aviones y barcos desaparecidos en el “Triángulo”. Entre estos, Van Winkle asegura que el caso más misterioso es el del “vuelo 19”, un escuadrón de cinco aviones Grumman TBF Avenger de la marina de EEUU que desaparecieron el 5 de diciembre de 1945. Los investigadores de la marina concluyeron que los aviones perdieron el rumbo y cayeron al mar tras quedarse sin combustible.
En primera instancia, la desaparición de todo un escuadrón parece improbable; sin embargo, al tomar en cuenta las circunstancias de esa misión emerge una explicación verosímil. De los cinco aviones, sólo uno, el del teniente Charles C. Taylor, estaba equipado con instrumentos de navegación, el resto eran pilotados por aprendices y dependían de la guía del teniente instructor.
40 minutos después de que completaron su ejercicio de entrenamiento, el teniente se comunicó por radio con otro instructor que se encontraba en la base, el teniente Robert F. Cox. Taylor le dijo: “Mis brújulas están fallando e intento llegar a Fort Lauderdale. Estoy seguro de que estoy en los Cayos [de la Florida], pero no sé a qué altura ni cómo regresar a Fort Lauderdale”. Las comunicaciones continuaron pero el escuadrón fue incapaz de hallar el rumbo. En su última transmisión, el teniente afirmó que cuando el primero de los aviones se quedara sin combustible, todos caerían juntos.
Al igual que con el “vuelo 19”, entre más información aparece de los otros siniestros, menos probables parecen las explicaciones más descabelladas –y más llamativas–. El piloto y autor David Kische, quien escribió un libro detallando la verdadera historia del “vuelo 19” para desmentir las historias sensacionalistas, describe elocuentemente el principal problema con las teorías sobre el “Triángulo de las Bermudas”: “Digamos que yo afirmo que un perico ha sido secuestrado por los extraterrestres para enseñarles el lenguaje humano y te reto a probar que no es verdad lo que digo. Puedes usar la Teoría de la Relatividad de Einstein si gustas, pero simplemente no hay forma de probar que algo así es falso. La carga de la prueba debería estar en quienes hacen las afirmaciones”.
En lógica, a este tipo de falacia se le conoce como argumento ad ignorantiam, se trata de una herramienta retórica que resulta efectiva para engañar a la gente. En el caso de las historias del “Triángulo” ha permitido vender libros, revistas, especiales de televisión y películas durante décadas y es el tipo de razonamiento que mantiene vivo el mito. En términos estrictos, el misterio no ha sido resuelto –ni lo será jamás– ya que, a pesar de las evidencias que apuntan a explicaciones racionales, siempre habrá afirmaciones descabelladas que son simplemente imposibles de refutar completamente.
La Guardia Costera de EEUU no reconoce la existencia del “Triángulo de las Bermudas” como un área geográfica de particular riesgo para barcos o aviones. Esto lo confirma un estudio realizado por WWF International que identificó las áreas marítimas más peligrosas para el transporte de mercancías (tomando en cuenta el número de accidentes o desapariciones) y no incluyó al “Triangulo de las Bermudas” en la lista, a pesar de que se trata de una zona de tránsito intenso, tanto de buques de carga como de cruceros.
El “Triángulo” no es el único sitio considerado “misterioso” o “sobrenatural”, hay un lugar equivalente en Asia, conocido como el “Mar del Diablo” o el “Triángulo del Dragón”, ubicado en el Océano Pacífico, a 100 kilómetros de Tokio aproximadamente. En ambos casos lo que mantiene la reputación de estos sitios es lo rentable que resulta el misterio. Además, no puede descartarse la atracción natural que ejerce aquello que no tiene explicación. No importa cuánto avance nuestra comprensión del mundo, a veces lo que necesitamos es una buena historia, sea cierta o no.
Referencias
Sea’s Puzzles Still Baffle Men in Pushbutton Age, Edward Van Winkle Jones, Miami Herald, septiembre 1950.
Bermuda Triangle, Behind the Intrigue, Hillary Mayell, National Geographic, diciembre 2003.
Bermuda (or “Devil’s”) Triangle, Robert Todd Carroll, The Skeptic’s Dictionary, noviembre 2015.
Coast Guard History, United States Coast Guard, actualizado enero 2016.
Study finds shipwrecks threaten precious seas, Matt McGrath, BBC News.