La oscura historia del último elefante de la Ciudad de México

La oscura historia del último elefante de la Ciudad de México

La oscura historia del último elefante de la Ciudad de México

1563307432693 historia de ely ultimo elefante ciudad de mexico aragon.001 - La oscura historia del último elefante de la Ciudad de MéxicoLa historia de esta elefanta, la última en un zoológico de la Ciudad, está repleta de inconsistencias, contradicciones, un pasado de maltrato y desnutrición, pero por sobre todo, del simple cautiverio.

Ely ha vivido por ocho años en el zoológico de San Juan de Aragón y ronda los 37 años de edad —de una expectativa de vida de entre 60 y 70 años—, ella arribó al zoológico después de que las autoridades se la compraran al Circo Hermanos Vázquez por 3.4 millones de pesos.
Foto: SEDEMA

El oscuro pasado

Precisamente su tiempo en el circo es el que se relata como el más difícil para Ely en el que era sometido a una dieta compuesta exclusivamente de bolillos, pues era lo más barato para sus propietarios. Además, allí sufrió de distintas heridas como resultado de su trabajo de entretenimiento. Por ejemplo, al cargar una silla en el lomo o una fractura en su pata derecha con la cual la ataban, así como una dermatitis en su piel. Por otro lado, según las autoridades, los malos tratos y sus condiciones de vida en el circo la hicieron desarrollar algunos comportamientos anormales para su especie, que son seña del estrés al que ha sido sometida como balancearse de un lado a otro, así como comer su propio excremento.
Foto: A. Wirth – El País.

La vida en el zoológico

Sin embargo, estos comportamientos continuaron en su estancia en el zoológico, lo cual ha sido tomado como señal de maltrato y pésimas condiciones de vida por parte de algunos activistas y defensores de los animales. 

Organizaciones como el Proyecto Gran Simio sostienen que la salud de Ely empeoró cuando su compañera, Maggie, le fue aplicada la eutanasia debido a una osteoartritis avanzada, según los datos de Animal Político. Del mismo modo, Ely también sufre la misma condición, aunque en una etapa menos avanzada que los activistas explican que es resultado de un espacio inapropiado para habitar. 


Foto: One Protest
Las autoridades alegan que el espacio destinado para Ely es el adecuado para un animal de su especie, del mismo modo cuenta con tierra, césped y una porción de suelo acolchada en particular por su pata anteriormente fracturada. Del mismo modo, se dice que es sometida a distintos tratamientos para mejorar la condición de su extremidad, además de procedimientos de rutina como limar sus uñas, suelas, así como el análisis de sangre o un tratamiento para su piel.

Sin embargo, los activistas defienden que ese tipo de tratamiento tan sólo suele ocurrir para las cámaras fotográficas o de algunos periodistas como los de El País que obtuvieron el acceso para presenciar los cuidados de Ely.
Foto: SEDEMA

Mientras la polémica sobre quién es el causante o perpetrador de los males de Ely, lo cierto es que esta elefanta sigue habitando el zoológico que se perfila a sí mismo como su rescatista, y como Elías Camahaji explica para El País, basta ir a visitarla para conocer su realidad.


Foto: Animal Político

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