“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto”.
Joseph Goebbels
Una de las herramientas más efectivas durante la Segunda Guerra Mundial fueron los carteles propagandísticos que los gobiernos de diferentes países utilizaron para informar, convencer al pueblo de unirse al ejército o para mantener el espíritu en alto, como fue el caso de la campaña “Keep calm…” del gobierno británico.
El Ministerio de Información británico encargó a un despacho, a la fecha desconocido, que realizara una campaña austera pero efectiva, que se difundiría en dos etapas: la primera serviría para motivar al pueblo y la segunda sólo se usaría en caso una invasión enemiga.
El diseño de los carteles debía tener una tipografía legible e incorporar como única imagen la corona del Rey Jorge VI.
Se realizaron tres carteles:
El azul con la frase: «Su valentía, su ánimo y su determinación nos traerán la victoria.»; el verde: «La libertad está en riesgo, defiéndela con todas tus fuerzas.»; y el rojo: «Mantenga la calma y siga adelante»
Durante septiembre de 1939 se distribuyeron por toda la Gran Bretaña los carteles verdes y azules, de cada uno había poco más de dos millones de copias. El cartel rojo fue almacenado en espera de una de emergencia.
A lo largo del conflicto bélico, el Ministerio de Información no consideró necesario difundir la segunda etapa de la campaña, a pesar de que Inglaterra sufrió varios bombardeos. Al término de la guerra los carteles fueron destruidos, excepto contadas piezas que habían servido como pruebas de impresión.
Fue hasta 1991 que el cartel rojo comenzó a volverse popular. Stuart y Mary Manley eran una pareja que vivía en Alnwick, Inglaterra, y decidieron abrir una biblioteca. En una caja de libros viejos que compraron en una subasta encontraron uno de los letreros. A Mary le gustó tanto que lo colgó en el local.
Su esposo creyó que era buena idea mandar a hacer postales con ese diseño, así que encargó una pequeña producción de 500 piezas para venderlas en el negocio.
Para 2005 el lugar se había vuelto popular y tanto la librería como el letrero original, aparecieron en diversos periódicos nacionales.
La popularidad del letrero ocasionó que el diseño fuera comercializado en distintas partes del Reino Unido, convirtiéndose en uno de los souvenirs más vendidos.
Actualmente el diseño de la campaña se ha modificado por aficionados, incluso existe una aplicación para smartphones llamada Keep Calm en la que puedes modificar la frase, el color del fondo y sustituir la corona del rey con alguna imagen predeterminada o con una foto de tu celular.
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