¿Qué sabe una persona promedio, nacida a principios o antes de los 90, sobre Pocahontas?
Principalmente, que es una película de Disney donde curiosamente los animales no hablan; que ella es una atractiva nativa americana amante y respetuosa de la naturaleza, así como promotora de los valores de su tribu; y que termina enamorándose de un atractivo colono inglés. Contrario a lo que se nos ha acostumbrado por parte de Disney, la historia de Pocahontas y John Smith no tiene precisamente un final feliz: Smith vuelve a Inglaterra y Pocahontas decide quedarse con los suyos.
Entre las muchas cosas que hay que resaltar sobre esta historia, la más importante y por la que habría que comenzar es que Pocahontas sí existió; también que sí se casó con John, pero con John Rolfe y por último, que no hay fundamento histórico que sustente el supuesto romance entre Smith y Pocahontas.
¿Pero cómo y por qué una nativa se hizo de un nombre y apellido occidental? Lo del apellido es obvio, se casó con un colono; en lo que a su nombre concierne, vale la pena adentrarse brevemente en su vida para atar cabos y darle oportunidad a la verdadera historia de que nos sorprenda.
Sí, Pocahontas era hija de Powhatan, líder de una tribu con un alto entendimiento sobre la agricultura y donde la equidad de género estaba hasta cierto punto desarrollada. No era una princesa porque tal rango no existía en su tribu; sin embargo de los 27 hijos que Powhatan se encargó de diseminar, era Pocahontas la más influyente en su padre.
Nacida en 1595, su nombre real fue Matoaka; sobre su apodo “Pocahontas” existen diversas definiciones y versiones sobre su origen. A Matoaka puede considerársele como una hacedora de paz que facilitó la comunicación y acuerdos entre los nativos y colonos y que, según la leyenda (que los historiadores consideran poco verosímil), arriesgó su vida para salvar a John Smith. Lo que sí es un hecho es que, en épocas de hambruna, Pocahontas propició comida a los colonos y siempre veló por el entendimiento y negociación ante la amenaza de actos violentos.
La llegada de más colonos a Virginia, así como el regreso de Smith a Inglaterra, tensionó la relación con los nativos, y Pocahontas, cuyos sentimientos de indulgencia hacia los colonos aún persistían, fue invitada a conocer un barco inglés. Lo anterior no sería más que una trampa de los británicos para capturarla y así iniciar tratos con Powhatan para la liberación de colonos cautivos.
Pero ni así pudo Matoaka conocer Inglaterra. Powhatan se negó negociar la libertad de su hija, por lo que Pocahontas fue puesta en custodia del reverendo Alexander Whitaker y de su esposa, quienes le enseñaron formas y modales británicos; lo anterior culminó con el bautizo de Matoaka, donde el nombre Rebecca le fue asignado.
Poco tiempo después, la ahora Rebecca contrajo nupcias con John Rolfe, un viudo visionario que comenzó a trabajar el tabaco en Jamestown y cuya idea resultó ser el primer sustento económico de las colonias. Pero como el amor nunca es fácil, puesto que era Pocahontas una nativa, Rolfe tuvo que pedir permiso al gobernante en turno de la colonia, Thomas Dale, para desposarla. Este último, así como Powhatan, apoyaron el matrimonio contemplándolo como una manera de limar asperezas.
Rebeca y John se casaron el 11 de abril de 1614, y en 1615 tuvieron a su primogénito quien fue nombrado Thomas. En 1616 Pocahontas fue invitada a Inglaterra como muestra del éxito de la colonia llamada Jamestown y como prueba viviente de que la reformación y educación de los nativos era un posibilidad factible. Rebecca conoció a la reina Anna de Inglaterra causando una excelente impresión e incluso envidia por parte de las “Ladies” que fueron invitadas al evento.
Lamentablemente, antes de volver a América, Rebecca contrajo lo que presuntamente fue tuberculosis y murió en Inglaterra en 1617 a la edad de 22 años. Cuando estaba ya en su lecho de muerte, Rebecca recibió la visita de Smith, a quien ella creía fallecido; aunque no existen documentos históricos que demuestren con certeza porqué este malentendido no había sido aclarado con anterioridad.
Más allá de un blockbuster noventero, Pocahontas es dueña de una historia que alecciona, una mujer que fue respetada por respetarse a sí misma.