La tumba de las luciérnagas es una película de anime que cuenta la historia de dos jóvenes hermanos japoneses que se quedaron huérfanos como consecuencia de los ataques aéreos estadounidenses en su aldea durante la Segunda Guerra Mundial. Una historia de supervivencia, amor, familia y la perspectiva de los japoneses que luchaban por sobrevivir durante esa época. La narración permite que la historia se transmita de manera intensa, emocional y precisa. Su éxito realmente no necesita ser discutido, además de que cualquiera que vea la película está destinado a llorar inconsolablemente en varios momentos de la película.
La historia real de La tumba de las luciérnagas
Resulta desgarrador saber que La tumba de las luciérnagas se basa en un conocido cuento japonés autobiográfico del Akiyuki Nosaka escrito en 1967. Este cuento se basa en sus experiencias antes, durante y después del bombardeo de Kobe en 1945.
Foto: CinefilosEn el texto se cuenta que la situación familiar de Nosaka era bastante complicada, ya que había perdido a su madre mucho dos meses después del nacimiento de su hija menor, así que fue acogido y adoptado por la familia de su tíos, la familia Harimaya, cuando solo tenía seis meses. Desafortunadamente, Zenzo, su padre adoptivo murió durante los bombardeos de Kobe, que tuvieron lugar el 16 y 17 de marzo de 1945.
En contraste con la película, el padre real de Nosaka, no sirvió en la marina japonesa ni en las fuerzas armadas. De hecho, era ingeniero civil y trabajó en ese puesto antes, durante y después de la guerra. Aunque no hay evidencia que sustente el hecho de que no tenía la custodia de su familia, se cree que el padre pudo haber estado separado de la madre.
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Nosaka tenía tres hermanos: uno mayor que murió debido a una enfermedad, una menor que murió en el bombardeo y la más joven quién murió como consecuencia de la desnutrición mientras estaba bajo el cuidado de Nosaka en Fukui, que es donde se resguardaron después del bombardeo de Kobe. La niña tenía apenas un año y medio en ese momento, lo que significa que no había forma de que pudieran haberse comunicado de la forma en que lo hacen en la película. Nosaka tenía solo 14 años en ese momento y vivía solo con un bebé en un país devastado por la guerra sin comida ni familia. Tomó muchas decisiones difíciles, de las que se arrepintió profundamente más adelante en la vida.
Una de las escenas más icónicas de la película es cuando Seita intenta animar a su cada vez más debilitada hermana, Setsuko con una lata de caramelos. En la producción, Seita guarda los huesos de Setsuko en la lata para que pueda tenerla con él donde quiera que vaya y también sirve como un gesto simbólico para devolverla a algo que le había traído tanta felicidad.
Nosaka escapó a Tokio donde fue encarcelado por robar, pasó mucho tiempo en un centro de detención juvenil viendo como sus compañeros morían de hambre hasta que finalmente su padre se entero de su paradero y lo rescató.
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