Los habitantes de la Ciudad de México gozan de la fortuna de contar con una infinidad de parques y reservas naturales en su propia metrópoli, los cuales resultan un sitio concurrido de paseos dominicales, tal el es caso del parque al sur de la ciudad conocido como Fuentes Brotantes, sin embargo, los vecinos del lugar, aseguran que este sitio guarda un oscuro secreto, no apto para paseos con niños o rutinas familiares; “La piedra del diablo”.
A este relato también se le conoce como “La leyenda de la piedra encantada” y trata de dar explicación al origen completamente desconocido acerca de una enorme piedra que se encuentra a un lado del río del parque Fuentes Brotantes al cual se le atribuyen gritos desgarradores por las noches, apariciones fantasmales y misteriosas desapariciones de niños. Los habitantes de Tlalpan, alcaldía donde se encuentra la roca desde hace más de un siglo, procuran transmitir el consejo que les advertían generaciones que les precedían, «Si sobre la roca encuentras fruta o flores, no te acerques, son trampas que deja el diablo para llevarse a los niños».
Foto: Wikimedia CommonsPor extraño que esto parezca, varios vecinos de la zona aseguran haber visto este tipo de obsequios y ofrendas; flores, dulces, frutas y animales muertos. Creen que la roca es un punto de reuniones satánicas o de magia negra, aunque también hay quien asegura que ha llegado a escuchar una dulce voz de mujer proveniente de la piedra, y que tan pronto te acercas, te jala con fuerza y una vez dentro la roca se cierra para nunca dejarte ir. La única ocasión en la que salió alguien de la piedra, era un señor que fue raptado desde niño, y que al momento de salir se encontraba completamente loco.
Foto: ViceOtra teoría local es que en esta roca habita La Llorona, un fantasma quien se lamenta la pérdida de sus hijos y algunas noches sale a llorarles y a buscar niños para llevarlos con ella. Este tenebroso personaje es muy popular precisamente al sur de la Ciudad de México, se dice que se trata del alma en pena de una mujer que ahogó a sus tres hijos y un burro que le dejó su marido, quien decidió dejarla para casarse con la bella y joven hija de un rico hacendado, dueño del terreno donde desembocaba el río. Gracias a un pacto que realizó con el diablo, el alma de la mujer pudo atormentar a los habitantes de dicha hacienda y a todos sus descendientes, ya que por las noches con sus llantos y lamentos les recuerda el origen de su crimen. Quizá eso explique por qué algunas personas han observado con horror a una mujer vestida de blanco y con cabeza de burro.
Foto: Diario Femenino
¿Conocías esta leyenda? ¿Crees que eso explique el pesado ambiente al pasar a un lado de esta piedra?
En portada: Espinof