La princesa Diana posiblemente fue la mujer más famosa del mundo en la década de 1980, a la par de que el cantante de la exitosa agrupación musical de Queen, Freddie Mercury, vivió el clímax de su carrera. Ambos poseían un alto carisma y mostraban mucha empatía por las minorías y causas sociales, así que en realidad no resulta extraño pensar que ambas personalidades coincidieron en más de una ocasión en divertidas y memorables anécdotas.
Acerca de esta posible relación existen muchos mitos. Se dice que Freddie y Diana se hicieron cercanos a mediados de la década de 1980, e incluso se rumorea que pasaron una noche juntos en un bar gay de Londres.
La princesa Diana
Durante siglos los miembros más poderosos de la familia Real eran reconocidos por ser sumamente conservadores, pero eso comenzó a cambiar en 1981 cuando Lady Diana Spencer, de 20 años, se casó con el príncipe Carlos y aportó energía juvenil y un nuevo espíritu a la monarquía. Diana fue acogida rápidamente por los británicos y ella también les dio voz, convirtiéndose en un ícono popular que salía con artistas y celebridades incluso si a veces tenía que disfrazarse para hacerlo.
Foto: Vanity FairDiana estuvo cerca de varias estrellas de rock pioneras en los años 80, por ejemplo de Elton John, esta relación fue ampliamente documentada, pero la amistad con Freddy Mercury pasó desapercibida hasta que la actriz Cleo Rocos contó una historia increíble sobre la pareja en sus memorias de 2013.
El día que la princesa Diana y Freddie Mercury fueron a un bar gay
Cleo Rocos, comediante y actriz, compartió detalles sobre este encuentro en su libro The Power of Positive Drinking. Se supone que esta pareja entró a un bar gay algún día de la década de 1980 y para disimular la apariencia, la princesa Diana tuvo que disfrazarse.
Según Rocos, ella y Diana se hicieron muy cercanas en la década de 1980, y una noche cualquiera las mujeres estaban pasando el rato con Mercury y el comediante Kenny Everett en la casa de Everett en Londres. El grupo estaba disfrutando de una tarde de ver The Golden Girls, una de las series favorita de Diana, en silencio e inventando un diálogo picante para las protagonistas del programa cuando Diana preguntó al resto del grupo qué planeaban hacer esa noche, a lo que Mercury explicó que iban a ir a un bar gay y Diana se entusiasmó mucho, quería asistir.
Foto: El siglo de TorreónLa princesa estaba claramente dispuesta a pasar un buen rato y a todos les encantaba pasar el rato con ella, pero los tres amigos pensaron que su plan de ir a bailar al Royal Vauxhall Tavern, el icónico club gay de Londres, no sería tan benéfico para su imagen. En ese momento, Diana no era solo la futura reina de Inglaterra; también podría decirse que era la mujer más famosa del mundo. Los paparazzi clamaban por fotos de ella en todos los lugares a los que iba.
Afortunadamente, los atuendos elaborados eran bastante comunes en la escena de clubes gay de Londres de mediados de los 80, lo que les dio una oportunidad perfecta. Everett le ofreció las prendas que había estado planeando usar esa noche, incluida una chaqueta militar, lentes oscuros de aviador y una gorra de cuero, que Diana, un ícono de la moda, portó con gusto.
Foto: Sky visionSe aventuraron a salir a The Royal Vauxhall Tavern, que estaba lleno de gente. La princesa Diana estaba irreconocible, ni siquiera por sus famosos compañeros. Todos pidieron bebidas, pero sólo estuvieron en el bar 20 minutos antes de salir. Se sintieron satisfechos con el simple hecho de que ella no fuese reconocida de inmediato, pero sabían que algún momento alguien notaría su presencia.
Aunque a miles de fanáticos les gustaría creer que esta historia es cierta, muchos dicen que Freddie Mercury, admirador de la realeza, jamás hubiera guardado un secreto tan sorprendente, además de que Freddie tuvo muy poco que ver con Kenny Everett después de 1980. Aunque sí salió con el príncipe Andrew, quien tuvo que rechazar la invitación de Freddie para ir al club londinense HEAVEN con él y un grupo mixto de bailarines de ballet después de una actuación en la Royal Opera House.
Foto: Sony