En los últimos días Gambito de dama, la nueva serie de Netflix se ha vuelto una de las preferidas entre los usuarios de las redes sociales. Este thriller psicológico trata de una mujer en el mundo del ajedrez profesional dominado por hombres. Aunque su trama corresponde a las problemáticas propias de de la época, el drama se puede identificar fácilmente con la actualidad, de ahí su buena recepción con el público.
Gambito de dama, la serie de Netflix
La protagonista, Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una excéntrica joven talentosa que desarrolla un amor por el ajedrez mientras vive en un orfanato. Después de ser adoptada, la habilidad de Beth en el ajedrez comienza a crecer súbitamente; vence a campeones locales, leyendas nacionales e incluso llega a competir en torneos mundiales. Con estos triunfos también vienen los problemas como la adicción a sustancias nocivas y la ansiedad al enfrentarse con la fama, ambas situaciones amenazan el éxito de Beth.
Foto: Netflix
Gambito de dama, la novela
Esta serie es una adaptación de la novela del mismo nombre del escritor Walter Tevis escrita en 1983. Se cree que puede estar basada en sus propias experiencias, ya que el autor era un entusiasta del ajedrez desde que tenía siete años y se convirtió en un jugador destacado. Las adicciones en la juventud de Tevis también fueron una fuente de inspiración para esta novela. El autor le contó al periódico New York Times cómo en su juventud le administraron drogas pesadas debido a una afección cardíaca: «De ahí es de donde viene la dependencia de Beth en la novela».
Foto: Netflix
Aunque también es bien sabido que Tevis se basó en historias destacadas del mundo del ajedrez, tal es el caso de Bobby Fischer, un prodigioso jugador de ajedrez que comparte muchos rasgos de personalidad e historia de Beth.
Bobby Fischer
Al igual que Beth, Fischer comenzó a jugar ajedrez en su infancia y desarrolló una carrera estrepitosa a lo largo de la década de 1950 y principios de la de 1960, derrotando a jugadores experimentados partido tras partido para convertirse en el Gran Maestro más joven del mundo en ese momento, esto le ayudo a mantener a su familia. Bobby Fischer ganó el título de Estados Unidos a la edad de 14 años (cuatro años antes que Beth) en 1958 a los 15 años y dominó el mundo del ajedrez durante la década de 1960, una línea de tiempo compartida por Beth, y su estrategia preferida era el “Gambito de rey”. Sus oponentes recuerdan a Fischer como un jugador agresivo que favorecía las estrategias de ataque, al igual que Beth.
Desafortunadamente, el rápido ascenso de Fischer al estrellato del ajedrez vino con una paranoia cada vez más perturbadora que aumentó después de obtener el título de campeonato mundial en 1972. Este campeonato fue utilizado como parte de la estrategia de la Guerra Fría y fue el principio del fin de la carrera del jugador de ajedrez. Posteriormente, Fischer desapareció del ojo público durante casi 20 años, y sólo reapareció para jugar en una partida en Yugoslavia. Murió en 2008 debido a un padecimiento renal a la edad de 64 años, curiosamente el número de las casillas que tiene un tablero de ajedrez.
Foto: ajedrez 12Muchos relatos de Fischer lo mencionan como una persona excéntrica en el mejor de los casos e insoportable en el peor. A diferencia de Beth, Fischer descansó al proclamarse campeón. Se cree que Bobby pudo padecer del síndrome de Asperger o de algún desorden de personalidad.
Otro dato a resaltar es que seguramente Fischer (cómo muchos jugadores de ajedrez de su época) hubiera despreciado a Beth, ya que una vez le dijo a la revista Harper que las mujeres no podían ser grandes jugadoras de ajedrez. Este pensamiento fue obsoleto cuando en la década de los 1990 la campeona de ajedrez húngara Judit Polgár se convirtió en Gran Maestra.