Antes de la llegada de los españoles existían un puñado de leyes que eran muy vanguardistas para su propia época, leyes que velaban por la integridad de las personas, que intentaban proteger a los más vulnerables y ser justos con absolutamente todos los pobladores, castigando a quienes abusaban de sus posiciones privilegiadas, fueran sociales, físicas o económicas.
Es por eso que se dice que durante el gobierno de Nezahualcóyotl, conocido como el “rey poeta de la espléndida Texcoco”, se protegía mucho a las mujeres, porque las leyes fueron adecuadas para procurar su seguridad y garantizar que no fueran víctimas de ninguna injusticia, a continuación algunos ejemplos de estas leyes que se encuentran en Historia de la nación chichimeca escrito por Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
Divorcio
A diferencia de la tradición católica, en México no eran mal vistos los divorcios, bastaba con que alguno de los contrayentes expresara su deseo para consumar el divorcio, automáticamente se daba por hecho que la división de bienes tenía que ser completamente equitativa.
«Que si alguna persona fuese casado y la mujer se quejase del marido y quisiese descasarse, que en tal caso los hijos que tuviese en ella el marido, los tomase y los bienes fuesen perdidos por iguales partes, tanto el uno como el otro, entiéndase, siendo culpable el marido».
Foto: Blug US
Abusos a madres y padres
Aunque ahora parezca completamente absurdo, el abuso a padres y madres, sobre todo de hijos a madres, llegó a ser tan popular que tuvo que haber una ley que regulo esta osadía. Para la sociedad de Europa Occidental esta práctica fue muy común durante muchos siglos, antes y después de la conquista.
«Al hijo que levantase la mano para su padre o madre y de algún modo les injuriase, pena de muerte y ex-heredado, para que sus hijos, si los tuviese, no pudiesen suceder en los bienes de los abuelos».
Castigo a abusos de personas de servicio
Cuando una niña o niño se portaba mal, se les castigaba como “tlacolines”, es decir, como esclavos o sirvientes de parientes o conocidos. Una ley dictaba que a pesar de su condición servil, los tlacolines merecían un trato digno libre de cualquier abuso, sobre todo de índole sexual, en el caso de las niñas, sobre todo si quedaban embarazadas.
«Si alguna esclava pequeña que no es de edad para hombre, alguno la toma, es esclavo el que se echó con ella. Si alguno se echa con esclava y muere estando preñada, es esclavo el que con ella se echó y, si pare, el parto es libre y llévalo el padre».
Foto: Aztecas Inicial
Violación sexual
En realidad, la ley que cuidaba a las tlacolines se extendió a toda la población femenina, la ley castigaba la violación con la muerte, haciendo un especial énfasis a todo tipo de incesto, había una ley específica que castigaba la violación a madres, hermanas, hijas o suegras.
«Si el padre pecaba con su hija, moría ahogado o con garrote o echábanle una soga al pescuezo».
«El que pecaba con su hermana, moría ahogado con garrote y era muy detestable entre ellos».
«Ahorcaban al que se echaba con su madre por fuerza».
«Tenía pena de muerte el que pecaba con su suegra».
Alcoholismo
Aquel hombre en estado de ebriedad que lastimaba a una mujer o a su familia, merecía la pena de muerte a golpes, no existía ninguna excusa que justificara su pérdida de cordura o impulso violento, mucho menos en su propia casa, con su propia familia.
«El padre que se emborrachaba, en la casa donde lo hallaban borracho lo mataban con unas porras. Y el mozo por casar que se emborrachaba era llevado a una casa que se llama telpuchcalli y allí le mataban con garrotes, y el principal que tenía aquel cargo, si se emborrachaba, quitándole el oficio, y si era valiente hombre le quitaban el título de valiente».
Foto: Wikimedia Commons
Infidelidad
Los mexicas consideraban la infidelidad como un acto de total deshonra y abuso de confianza, el cual debía pagarse con la vida del adúltero.
«El padre que era hallado con una mujer le mataban secretamente con un garrote, e lo quemaban, e derribándole su casa y tomábanle lo que tenía, y morían todos los encubridores que lo sabían y callaban».
Así es como se regía en el valle de México antes de que los españoles colonizaran a nuestros antepasados. Muchas cosas cambiaron, las tradiciones y costumbres judío cristianas se impusieron sobre las prehispánicas, que, hay que aclarar, no todas eran justas, había bastantes tradiciones indignas que sometieron a la mujer, pero de eso escribiremos en otra ocasión.
En portada: captura de Apocalypto.