¿Recuerda al niño que fue recogido por una ambulancia en Siria? ¿Puede recogerlo y traerlo a nuestra casa? Le daremos una familia y él será nuestro hermano […] Yo compartiré mi bicicleta y le enseñaré a andar en ella…
Carta de Alex, un niño de 6 años, al Presidente Obama
Omran es el rostro de la tragedia que aqueja a diario a Siria. Fue rescatado de un bombardeo en Alepo, su imagen ilustra lo que sucede, pero el pequeño no llora, se muestra desconcertado, sus ojos reflejan el dolor de una nación que sufre los estragos de una guerra civil, sentado en una ambulancia.
Es fácil ver todo desde el otro lado del mundo, no dimensionamos el sufrimiento de otros y a veces estamos tan preocupados por lo que sucede frente a nosotros que hay personas que están padeciendo hambre e injusticias, huyendo de una realidad por la que no tendrían que pasar miles de inocentes como Omran. A pesar de todo, lo ignoramos.
Pero hay personas como Alex que buscan ayudar y mejorar la vida de las personas que están sufriendo a causa de la guerra, así como la iniciativa de Johnnie Walker para sensibilizar al público sobre estos temas, por lo que han creado un pequeño documental acerca de la gente de la isla de Lesbos, quienes están nominados al Premio Nobel de la Paz, y que son reconocidos por el apoyo que le han brindado a los refugiados.
¿Qué harías si ya no pudieras vivir en tu país natal por conflictos como la guerra y el hambre? El ser humano descubre a diario nuevas herramientas tecnológicas; la economía, las devaluaciones y la inflación son cosas que nos afectan todos los días, pero ¿qué pasaría si tuvieras que abandonar tu tierra buscando un mejor futuro para tu familia y nadie te ayudara?
Ya son más de cuatro millones de personas que han huido de Siria por mar, para llegar a costas griegas; también han encontrado refugio en Turquía, Argentina, España, Líbano y otros países que han aceptado a familias enteras que buscan un nuevo comienzo. Pero hombres, mujeres y pequeños como Aylan Kurdi –el niño de sólo tres años que apareció boca abajo en una playa de Turquía– no lo consiguen y han fallecido en su intento de comenzar de nuevo.
Por esta razón, un grupo habitantes de la isla griega Lesbos se dispuso a no pasar por alto esta situación y ayudar a esa gente que sale de su país buscando esperanza; aunque no tienen los recursos suficientes ni mucha energía — muchos son ancianos— están cambiando la vida de miles de personas y ahora, están a punto de recibir el Premio Nobel de la Paz.
“¿Puede uno ignorar lo que tiene frente a sus ojos? Porque mañana podría ser yo. Podría estar en una embarcación con mi familia y me gustaría recibir ayuda”
—Stratis Valamios, pescador
Lesbos es una isla cercana a las costas de Turquía, ahí se encuentra una villa de tan sólo 153 habitantes que se convirtió en la primera parada de 300 mil refugiados sirios, el dilema estaba en ayudarlos o dejarlos naufragar.
Botes llenos de agua con 50 o 60 personas a bordo, algunos saltaban al ver tierra y nadaban para tratar de llegar por su propio esfuerzo, pero la gente no podría quedarse sin hacer nada viendo cómo algunos se ahogaban. Les ayudaban con lo que tenían a la mano, les lavaban la ropa mojada, la planchaban para que pudieran estar secos y los alimentaban. Para los que llegaban de noche les dejaban pan en las ventanas para que comieran algo.
Los pescadores Stratis Valamios y Thanassis Marmarinos, así como Aimilia Kamvisi, de 85 años de edad, serán los representantes de esta isla que recibía a cerca de 500 personas diarias, cuando su población es sólo de 150. Entre ellos brindaron apoyo médico, cuidados y alimentos a los refugiados sirios durante la crisis de 2015 y podrían recibir el Premio Nobel de la Paz 2016.
Sus testimonios quedaron registrados en “Tributo a Lesbos”, un documental que compiló las historias de este grupo que decidió ayudar a miles de personas resaltando su espíritu humano. Johnnie Walker, como parte de su iniciativa Storyline que da voz a diversas historias de la vida real, creó este documental con el objetivo de inspirar el progreso personal y humano de la gente alrededor del mundo y decidió mostrar a esos héroes anónimos que buscaron un cambio.
El Premio Nobel de la Paz se otorgó el día 7 de octubre y aunque no fueron los ganadores, es un hecho que lo merecían porque ellos le brindaron la mano a aquéllos que la necesitaban sin esperar nada a cambio. Sin embargo, continúan salvando miles de vidas que buscan otra oportunidad.