La rata gigante y otros mitos del metro de la CDMX que deberías dejar de creer

La rata gigante y otros mitos del metro de la CDMX que deberías dejar de creer

La rata gigante y otros mitos del metro de la CDMX que deberías dejar de creer

La Ciudad de México en general y ciertos lugares en particular ofrecen un cúmulo de características para que el imaginario popular imagine mitos y leyendas en torno a ellos. Las laberínticas profundidades del sistema de transporte más concurrido de nuestra ciudad inspiraron al autor mexicano José Emilio Pacheco para escribir una historia fantástica llamada “La fiesta brava”, en la cual el metro alberga siniestros secretos.

No sólo Pacheco ha dejado escapar su imaginación acerca de lo que el metro podría esconder en sus oscuras entrañas: actualmente continúan existiendo mitos que hablan de extrañas presencias y hechos que le dan un carácter siniestro a este lugar en el que millones de mexicanos transitan a diario. ¿Quieres acceder a un peligroso terreno y conocer los mitos del metro de la CDMX? Bienvenido a la siguiente estación:

La estación secreta después de Metro Cuatro Caminos

Cuentan que en la línea azul que corre de Tasqueña hasta Cuatro Caminos existe una estación secreta que es de uso exclusivo para el Ejército Nacional y otros mandos políticos. Esta estación supuestamente conectaría el Campo Militar 1 con el Zócalo capitalino y serviría para casos de emergencias. De todas las leyendas del metro, ésta es la que más se antoja cierta. No sería descabellada la existencia de esta estación como una vía emergente del Ejército para actuar de manera rápida.

El vampiro de Barranca del Muerto

Tras haberse quedado dormido en su recorrido por la línea 7 (la de color naranja), un señor despertó hasta el final de la misma en la estación Barranca del Muerto. Cuando buscaba la manera de salir, se fijó a la distancia en dos hombres que se hallaban forcejeando. En el momento en que se acercó a ellos para separarlos, descubrió en que uno de ellos mordía el cuello del otro de manera feroz para a continuación comenzar a beber su sangre. El hombre, desesperado, encontró a un par de policías a los que contó lo sucedido, pero sus pesquisas no dieron ni con el cuerpo ni con el vampiro, del cual jamás se han vuelto a tener noticias o avistamientos.

La rata gigante

Ésta es quizás la leyenda más famosa del metro y una de las más escalofriantes. Se dice que en la línea 3 que corre de Indios Verdes hasta Universidad una rata gigante habita los oscuros rincones. Algunas personas han ido más allá y afirman de la existencia de un Hombre Rata. Esto podría estar relacionado con el fenómeno conocido como el Rey Rata, surgido en 1564 en Europa, el cual afirma que las colas de un numeroso grupo de ratas podrían quedar entrelazadas debido a los excrementos o suciedad reseca que funcionarían como una especie de pegamento. Esto daría la impresión de la existencia de un animal gigantesco de pavoroso aspecto.

La colonia humana que vive en el metro

Vagabundos y personas en situación de calle seguramente utilizan las instalaciones del metro para pasar las noches, como ocurre en muchas otras partes del mundo. Pero afirmar que existe una colonia de cientos o miles de personas alojadas en los inmensos túneles del metro es algo que nunca ha sido comprobado. En sus 195 estaciones seguramente alguna vez se habrán escurrido varias personas en busca de calor para pasar la noche, pero eso es todo.

Estaciones secretas o fantasma

Distintas versiones apuntan a que existen en las 12 líneas del metro estaciones que nunca fueron inauguradas. Lo cierto es que hay una réplica del sistema de metro que sirve para la capacitación de los nuevos empleados de este sistema de transporte. Está situada al lado de la estación del Metro Zaragoza de la línea 1, en las instalaciones del Instituto de Capacitación y Desarrollo del Metro.

El hombre del maletín

Llenos de horror, muchos fueron los testigos que se toparon en la década de 1980, en las instalaciones del Metro Merced, con un siniestro sujeto que portaba un maletín del cual escurría sangre. La imaginación o algo similar llevó a pensar a muchos que dentro de ese maletín el extraño hombre llevaba manos cercenadas de mujeres con todo y joyas. ¿Se trataba de un psicópata, un agresor sexual o un ladrón de tumbas?

El fantasma del Metro Pino Suárez

Una noche en Metro Pino Suárez un empleado hacía labores de limpieza y mantenimiento en las vías cuando vio a otro hombre que hacía lo mismo que él. Se acercó hasta el desconocido y comenzó a hacerle preguntas, intrigado ante el hecho de que nunca lo había visto por ahí. Estuvieron charlando durante varios minutos y el extraño contestó a todas las preguntas, evidenciando sus conocimientos sobre el metro y sus obligaciones laborales. Al siguiente día, el empleado habló con su jefe sobre su encuentro con el desconocido, dándole una descripción detallada del mismo. El jefe lo miró con gesto de sorpresa. De un archivero sacó unas fotos y mientras se las mostraba a su empleado le preguntó: “¿Es éste el hombre al que viste ayer?”. Su interlocutor afirmó con la cabeza. “No eres el único que se ha topado con él”, exclamó el jefe. “Este hombre murió arrollado en esta estación hace diez años cuando era uno de nuestros empleados”.

La niña del Metro Terminal Aérea

Cuentan los aterrorizados testigos de este mito que una niña de aspecto inocente y frágil se acerca en la estación Terminal Aérea (línea 5) para pedirle a un usuario que le ayude a abrochar las agujetas de sus zapatos. Cuando éstos se agachan para hacerlo se dan cuenta que la niña no tiene piernas. En el momento en que las personas retroceden debido a la sorpresa y el miedo, la niña se ha esfumado. Otra versión apunta a que esta niña le pide a los usuarios que jueguen con ella. Los incautos que se dejan llevar por la ternura de su acompañante ven con horror cómo ésta arroja a las vías del metro una cabeza humana mientras explota en divertidas carcajadas.

Múltiples historias y anécdotas se presentan a diario en el metro, un lugar de folclore, violencia y color que retrata el México moderno. Lo que acabas de leer es un reflejo del país, su imaginación y su gente, un cúmulo de historias que nunca han sido comprobadas, pero que siempre harán más llevadera la monotonía y los apretujones que se viven en este sistema de transporte.

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