José Antonio Zorrilla Pérez pasó a la historia como el autor intelectual del asesinato de Manuel Buendía, un periodista muy influyente en los 70 y 80. Pero Zorrilla era más que un policía, fue un personaje que concentró el poder y supo aprovecharlo a su favor.
¿Quién fue José Antonio Zorrilla Pérez?
Zorrilla Pérez es originario de Huichapan, Hidalgo y nació en 1951. Poco se sabe de su vida hasta antes de que fuera director de la hoy extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) en los tiempos en que Miguel de la Madrid era presidente de México y Manuel Bartlett fuera el secretario de gobernación.
La DFS fue creada por el presidente Miguel Alemán, que quería un organismo al FBI, en 1947. Varios titulares pasaron por ahí y en principio, sus elementos eran militares y policías de trayectoria. Cuando Zorrilla llegó a la dirección, ésta ya había pasado de reportar directo al presidente asuntos de inteligencia a controlar brotes de guerrilla en Guerrero.
Ya al frente de la DFS, Zorrilla daba banda ancha a los narcotraficantes para actuar a cambio de grandes sumas de dinero. Se sabe, por ejemplo, que los narcotraficantes Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, Miguel Ángel Félix Gallardo “El jefe de jefes” y Rafael Caro Quintero gozaban de su protección y complicidad así como de credenciales firmadas por Zorrilla para moverse libremente y acreditar una identidad en caso de algún intento de detención.
El asesinato de Manuel Buendía
Pero el caso que marcó el nombre de Zorrilla es el de Manuel Buendía. Luis Soto, quien fue ayudante del periodista, relata que Buendía y Zorrilla eran cercanos pues uno era informante del otro y el otro hablaba de algunos logros. Pero el 30 de mayo de 1984 esa historia terminó pues Buendía fue asesinado afuera de su oficina en Hamburgo e Insurgentes en la Ciudad de México.
Juan Manuel Bautista, también ayudante de Buendía, le avisó a Soto del asesinato y éste a su vez le avisó a Zorrilla. Las historias cuentan que Buendía alguna vez dijo que para matarlo tendrían que hacerlo por la espalda, pues él siempre traía consigo una pistola. Y así fue.
La primera autoridad que llegó al lugar de los hechos fue Zorrilla y, en su calidad de policía, comenzó a hacer las diligencias en lugar de esperar al Ministerio Público. Fue Zorrilla quien se encargó de la organización y los gastos del funeral. Meses después, Manuel Bartlett señaló que no había ningún proceso en contra de Zorrilla por este asesinato.
También quedó al descubierto la complicidad de Zorrilla con los narcotraficantes más importantes de México y ambos hechos ocasionaron la desaparición de la DFS, que se convirtió en el CISEN en 1985.
La aprehensión de José Antonio Zorrilla
El 13 de junio de 1989 Zorrilla fue detenido y llevado al Reclusorio Norte en la Ciudad de México. Antes había huido pero volvió y era candidato a diputado federal por Pachuca, en su natal Hidalgo. Era entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari.
En el 2009 fue excarcelado, pues ya había cumplido buena parte de su condena, realizó trabajo comunitario y había presentado buena conducta. Sin embargo las autoridades apelaron la decisión y por no haber entregado algunos documentos (carta aval moral, fotografías tamaño credencial, y carta compromiso de trabajo) por lo que volvió a ser privado de su libertad.
El 10 de septiembre del 2013 se le concedió prisión domiciliaria debido a su precario estado de salud, esta vez salió del Reclusorio Varonil Oriente, también de la Ciudad de México. Ese mismo año, Rafael Caro Quintero también salió de su reclusión y actualmente se encuentra prófugo.
*Este artículo fue publicado anteriormente por Anylu Ayala el 22 de noviembre de 2018 y ha sido modificado
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