El futbol de la selección nacional de India sorprendió al mundo en 1948: gracias a un estilo combativo se clasificó de manera exitosa a los Juegos Olímpicos de Londres de ese mismo año. En dicha competencia se enfrentaron a la poderosa Francia, el 31 de julio en el Lynn Road Stadium, en lo que significó el primer partido profesional de fútbol en la historia de India. El resultado fue un ajustado 2 a 1 a favor de los europeos, quienes se vieron sorprendidos por un equipo sin una gran tradición futbolística que jugó de manera aguerrida.
Sarangapani Raman hizo el gol de los asiáticos, quienes también fallaron dos penales que les pudieron dar la victoria. Sin embargo, eso no fue lo único que desconcertó a los franceses sino el hecho de que sus adversarios saltaron al terreno de juego… sin zapatos.
India ya era un país independiente para ese momento gracias al liderazgo de Mahatma Gandhi, quien entre 1942 y 1947 condujo a la nación a liberarse de un largo dominio británico que comenzó en 1757 cuando el ejército británico, bajo las órdenes de Robert Clive, derrotó al nabab de Bengala, estableciendo así la Compañía Británica de las Indias Orientales.
Pese a ello las condiciones de pobreza eran tales en la India que los jugadores de futbol que representaron al país asiático en los Juegos Olímpicos apenas tenían el dinero suficiente para vendar sus pies como única protección, en lugar de usar los clásicos zapatos reglamentarios de futbol. Pese a ello el Comité Olímpico Internacional les dejó disputar sus partidos de esa manera a sabiendas de que los jugadores corrían el riesgo de lesionarse.
Al día siguiente de su derrota ante los franceses, los jugadores indios fueron invitados por la princesa Margarita, de apenas 18 años, a tomar el té en Buckingham Palace, la residencia oficial de la familia real inglesa. Un día antes fue testigo del encuentro en el estadio mismo, como invitada de honor. Ver a un equipo jugar sin zapatos despertó su curiosidad y eso la llevó a solicitar la presencia de los jugadores indios. En cuanto tuvo oportunidad, Margarita preguntó al defensa y capitán Sailen Manna: “¿Ustedes por qué juegan al futbol descalzos?”. Manna respondió de manera evasiva que de esa manera se controlaba mejor el balón, quizás apenado por mencionar la verdadera causa.
El impacto de la nación descalza fue tal que recibieron la invitación de participar en una gira por Europa para enfrentar a varios equipos: el triunfo más sonado fue la goleada que le propinaron al poderoso Ajax de Amsterdam por 5-1.
El futbol en muchos países de Asia no era un deporte popular como ocurre en la actualidad y las Federaciones no estaban sólidamente constituidas, lo que provocaba que fuera un deporte con muchos rezagos, en gran parte también debido a situaciones políticas tensas. Esto llevó a que toda Asia decidiera no organizar una eliminatoria entre selecciones para llevar a la Copa Mundial de Brasil en 1950 a algún representante. Ante las negativas de Filipinas, Indonesia y Birmania de acudir a la justa mundialista, India era la siguiente opción para la FIFA, además de que este país estaba motivado por su destacada participación en los Juegos Olímpicos de Londres.
Entre la leyenda y la realidad
La FIFA extendió entonces una invitación a India para ser parte de la competencia con una sola condición: no podrían jugar de la misma manera que en Londres, ya que esto se trataba de una competencia profesional (recordemos que los atletas de los Juegos Olímpicos eran amateurs). India estaba obligada a jugar sus partidos con zapatos especiales de futbol. Sin embargo, la pobreza en el país independiente seguía igual que dos años antes y por lo tanto, no había dinero suficiente para adquirir el equipo adecuado. La All India Football Federation (AIFF), en un acto arrojado, se negó a acatar las medidas de la FIFA. Ésta no tuvo más remedio que eliminar al país invitado y borrarlo de la lista de selecciones participantes.
Esta anécdota es la que mayormente se ha aceptado como la verdadera respecto al caso; sin embargo, parece ser que en realidad India decidió no acudir al Mundial por considerarlo un torneo menor; desde su perspectiva, los Juegos Olímpicos eran la competencia deportiva más importante del mundo.
Esta visión provocó que hacer el largo viaje hasta Sudamérica, que en aquellos años era sumamente desgastante y costoso, no fuera una opción viable para la AIFF, pese a que la FIFA ofreció cubrir los gastos. El Mundial de Brasil no sólo dio de qué hablar por este tema sino por la famosa y dramática final disputada entre el país anfitrión y Uruguay en el imponente Estadio Maracaná de Río de Janeiro. En un resultado que nadie podía creer, Uruguay venció 2-1 a los brasileños en un hecho histórico al que se le llamó ‘Maracanazo’ y que puso a llorar a todo el pueblo amazónico, que no esperaba que su representativo nacional perdiera ante un equipo considerado menor.
India acudió a los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952 de idéntica manera al pasado: sus jugadores jugaron descalzos, pero con menor suerte que en 1948, pues quedaron eliminados rápidamente. Pese a ello hay que señalar que cuatro años después su participación en los Juegos Olímpicos de Melbourne fue bastante decente: cuarto lugar general… y todavía sin botas. El pueblo indio sigue esperando que el tiempo los sitúe en una competencia de fútbol, una de las muestras más extrañas de arte, donde puedan deslumbrar de nuevo al mundo.