Faltan 5 segundos para que termine el gran partido. Tu equipo tiene el balón en la yarda 25 del rival y necesitan anotar un touchdown si quieren ganar. Un gol de campo es insuficiente. El oponente ha logrado bloquear todos los intentos por correr hacia las diagonales o dar un pase que ponga al equipo en 1ero y goal. Necesitas un jugada única que te permita un resultado único. En la transmisión observas como el entrenador revisa sus jugadas y le confirma lo que estaba pensando al quarterback. Éste reúne a sus jugadores, quienes miran absorto al líder que los guiará en la locura que están pronto a cometer. Toman posiciones.
El quarterback sabe que los ojos de millones de televidentes se posan en sus manos. Es consciente de la presión sobre sus jugadores pero también de lo confiados y ansiosos que están los rivales, quienes ya se ven besando el Vince Lombardi. El QB pretende agotar el tiempo, consume sus últimos segundos y saca la jugada en el último instante. Entrega la bola a su fullback, quien corre hacia su lado izquierdo, logrando una jugada de atracción. Los rivales entienden que se trata de un engaño pero ansían la gloria y buscan ser el hombre que termine con el juego y consume su victoria. Caen en la trampa. El FB realiza un pase lateral al halfback que se posicionó en las líneas laterales derechas. El movimiento confunde aún más al rival. El HB toma el balón y realiza el mejor pase de su carrera al receptor izquierdo que había superado la marca y en un recorte hacia el centro a las espaldas de los safety recibe el balón y se interna en la zona de touchdown.
El público no cree lo que ha visto. Los jugadores invaden la cancha, se vuelven locos, estallan en éxtasis. En una jugada épica, de muchachos que juegan en un campo desgastado de alguna llanura de los Estados Unidos. Tu equipo ha ganado el SuperBowl XLIX. No cabes en la emoción y apenas te percataste de la cerveza tirada en la alfombra, las alitas vertidas sobre el sofá y tu amigo incrédulo al punto de las lágrimas.
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“Ganar no lo es todo, es lo único”.
Vince LombardiEl Super Bowl es un fenómeno deportivo, comercial y de mercadotecnia de dimensiones exhorbitantes. Por alrededor de 4 horas, la mitad de los Estados Unidos y del mundo se paraliza para ver un deporte arraigado o adquirido en las diferentes sociedades del globo terráqueo. El próximo domingo 1 de febrero, los jugadores de los Patriots y los Seattles jugarán al máximo de sus capacidades por hacerse del anillo de campeón y del trofeo que irá directo a las vitrinas del dueño del equipo. Un trofeo que tiene una historia por demás particular pues lleva el nombre del que es considerado, por muchos, el mejor entrenador de futbol americano: Vince Lombardi.
Vince Lombardi fue un entrenador de futbol americano estadounidense de ascendencia italiana, entrenador en jefe de los Green Bay Packers de la NFL entre 1959 y 1967. Con ellos ganó los 2 primeros Super Bowls en la historia con un excelente registro de partidos. Lombardi murió en 1970 de un cáncer de colon que le sorprendió mientras se preparaba para dirigir a los Washington Redskins. Sin embargo, la NFL nombró al trofeo del campeón del Super Bowl en honor a su trayectoria como entrenador. Desde entonces, el trofeo disputado entre el campeón de la Conferencia Americana y el de la Nacional lleva su nombre.
El trofeo creado por la marca Tiffany & Co. está hecho íntegramente de plata, tiene 23 cm. de altura y 3.2 kg de peso y se requieren de aproximadamente 4 meses y 72 horas/hombre para crearlo. Está valorado en $25,000 dólares y representa un balón de tamaño natural en posición de ser pateado. El “Vince Lombardi” es entregado al dueño del equipo ganador para las celebraciones en el campo, aunque luego debe regresar al taller para el grabado del equipo ganador, la fecha y el marcador. Una vez que está listo, regresa al equipo para su exhibición en las vitrinas de campeonatos.
Hasta ahora, el equipo más ganador son los Pittsburgh Steelers con 6 títulos en su historia, seguido de los Dallas Cowboys y los San Francisco 49ers con 5.