Hablar de la mujer es hablar de su forma de habitar en el mundo y también de su forma de amar. ¿Qué significa caminar el mundo a diario como mujeres? Definir cómo queremos amar y ser amadas en un mundo que moldea los rasgos a los cuales debe ceñirse nuestro comportamiento, gustos, y por si fuera poco, nuestros afectos. Amar libremente implicaría la liberación de etiquetas que nos asignan roles: amantes, novias, amigas, esposas, queridas, locas o putas. Amar es sólo eso, y conlleva una diversidad de maneras que no se limita a tipologías, formas de ser que encajonan y limitan la expresión de nuestros afectos y moldean nuestros deseos.
Mujeres, aún en desventaja en un mundo que nos arrastra una violencia explícita o velada. ¿Será que creamos y construimos nuestros propios cautiverios? No tenemos recetas para saber cómo amar en pleno siglo XXI, cuando ya no creemos en el “fueron felices para siempre”. Sin embargo, hay mujeres que dejan huellas profundas y trazan rutas de un camino hacia la libertad. Ellas, mujeres, autoras contemporáneas de una literatura que, más que “feminista” como una etiqueta, se afana en romper los prejuicios sobre la mujer y los modos de amar.
¿Cómo es posible amar, enamorarse, sentir para las mujeres contemporáneas? He aquí algunas pistas de quienes escribieron sobre la compleja situación de la mujer y su posibilidad de amar libremente, liberadas de prejuicios en un mundo donde aún reina el racismo, el sexismo, el machismo y más ismos, ¿feminismo?
Romper nuestro rol de “sexo débil”, aprender nuevas formas de amar, decidir lo que queremos sentir y cómo superar las ideas de que el amor está dado por decretos, religiones o tratados. Entender que cada vez que amamos es una y distinta, y cuando decidimos amar sin prejuicios y quebrando roles, amamos de manera más libre.
“Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas”, Marcela Lagarde
(2005)
El cautiverio de las mujeres, nuestro propio cautiverio, un libro para entender la situación en la que las mujeres nos situamos frente a un mundo que nos impone modos de ser y modelos para amar. Reconocernos como mujeres e identificar las normas y “cárceles” que nos aprisionan bajo moldes que no nos permiten decidir sobre nuestro cuerpo, emociones, sexualidad. Plantea cinco espacios de opresión social: la casa, el trabajo, la cárcel, el hospital psiquiátrico y el prostíbulo, lugares que condenan a cubrir un rol social. A diario nuestras expresiones son muestra de los roles que jugamos, desde cargar el suéter de nuestro “novio” porque somos más “cuidadosas”, hasta actitudes que van en escaladas y que nos violentan. Esta autora es un referente innegable para aprender que amar no es poseer ni ser poseídas por nadie.
“Diarios”, Alejandra Pizarnik
(2013)
Desde joven fue un espíritu que buscó salidas a las contradicciones que asolaban su mundo, finalmente, se cansó y se suicidó. En sus “Diarios” podemos hallar pesadillas, complejos, sus búsquedas, dificultades, penas y amores… Se asoman los fantasmas y obsesiones de una poeta que nos dejó su vida misma y esencia en sus escritos: su obsesión con la delgadez, sus temores sexuales, sus experiencias orgiásticas, para ella difíciles pero liberadoras. Se descubre una mujer que lidia consigo misma en la búsqueda de amar y ser amada. Gusta de las mujeres y a través de esos afectos descubre su propia sexualidad, sus amores, su cuerpo y sus propios orgasmos. Con referencias en “Sodoma y Gomorra”, pero también en Neruda, Rimbaud y Huidobro, esta mujer busca amar en relatos de insólita belleza y desconcertante tristeza. A través de su historia, Pizarnik nos enseña que: “No hay amores prohibidos, sino palabras prohibidas”.
“La mujer comestible”, Margaret Atwood
(1969)
¿Cuántas veces no hemos atravesado por crisis que como mujeres que nos obligan a decidir entre jugar un rol o romperlo? En momentos cumbre de nuestra vida, esta autora puede ser un referente, pues muestra a la protagonista en una situación complicada de inquietud existencial en relación al matrimonio, la alimentación y el amor. “La mujer comestible” es el intento de una mujer por alejarse del rol de mujer-florero que adorna la casa. A través de cuadros que retratan el conservadurismo de una época, la autora muestra a una mujer que es atravesada por la decisión de casarse y responder a cubrir ese rol de una “historia de amor” y ser un ama de casa o bien optar por ser una mujer moderna, independiente. Cualquiera de las dos opciones no está exenta de prejuicios y dificultades. El relato es un detonador que nos invita a ver el amor al otro como una búsqueda de nosotras mismas.
“Para que no me olvides”, Marcela Serrano
(1993)
Es una de esas historias que cuestionan la dependencia amorosa. En un punto en el que Blanca, la protagonista de la historia, bajo cierta estabilidad emocional, de vida rutinaria y acomodada a su vida de casada es irrumpida por un encuentro amoroso inesperado que cambiará la vida cuando se descubre a ella misma siendo infiel a su esposo. En este proceso pierde a su esposo e hijo y debido al shock, pierde el habla. Recluida en su casa de campo, sola, pierde el sentido de todo y decide quitarse la vida.
Una historia para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida en relación a las esperanzas que ponemos en las relaciones y nuestros propios fracasos amorosos que nos pueden llevar al quiebre de todos nuestros esquemas de vida.
“Limbo”, Melania Mazzuco
(2012)
Una obra estremecedora sobre una mujer inmersa en un círculo de hombres. Se trata de una joven suboficial del ejército italiano que regresa herida de gravedad de una misión en Afganistán y vive una recuperación larga física y emocional. En ese momento se reencuentra con su pasado y con la memoria de lo que ella es. La historia narrada por Mazzuco nos abre el panorama de la difícil supervivencia de la mujer en un mundo de hombres, en el que los cánones dominantes se le imponen y la hostilidad es el diario devenir. En ese contexto aprender a sanar, a sobrevivir y a amar, serán un reto que deberá salvar con maestría e inteligencia para salir de un paralizante limbo.
A través de este libro aprendemos que a veces las batallas más duras del amor no están afuera de nosotras sino dentro de nosotras mismas: “El momento más duro del día es el último, cuando apaga la luz y apoya la cabeza sobre la almohada. En la oscuridad se siente frágil, inerme ante las pesadillas, o incluso únicamente los recuerdos”.
“Studio sex”, Liza Marklund
(2003)
Una chica de 24 años que, sin hijos ni marido, sueña con ser una gran periodista. Atravesando por sus propios miedos: los artículos que nunca escribirá, sus propios errores, su sueño por ver cumplidos sus deseos, se embarga en las aspiraciones que la ahogan, oprimen y arrastran hacia un encuentro con ella misma al tratar de develar un caso de un asesinato de una joven, mediante el cual se vislumbran las situaciones de violencia, acoso, maltrato y violencia de género que viven las mujeres de distintas clases sociales, así como los roles a los que se enfrentan y las llevan a amar de formas violentas. En este relato se asoman los rastros de una mujer cuya fortaleza radica en su vulnerabilidad.
Una historia que nos enseña que a veces nuestro bloqueo para amar se debe al miedo de una sociedad que nos violenta, pero que a la vez nos enseña que la libertad para amar a otro, consiste en no abandonarse a una misma y perseguir nuestros sueños.
“Negra”, Wendy Guerra
(2013)
‘Negra’ es el apodo bajo el cual Wendy Guerra nombra a la protagonista de la historia, Nirvana, quien negra, desnuda y abierta al amor, descubre en París y Cuba los recintos en los cuales explora su libertad. La narración no sólo enuncia una historia de racismo y sexismo en Cuba, sino las peripecias de una mujer atrevida y decidida a liberarse de los prejuicios de su sociedad y de su época. Nirvana, la ‘negra’, capaz de enamorarse de una mujer y un hombre al mismo tiempo y romper los cánones de una sociedad donde domina aún el tabú hacia la homo y a la bisexualidad. A través de los tambores afrocubanos, se asoma la historia de una mujer que se atreve a amar sin prejuicios, libremente, y a ejercer su sexualidad sin mediación de edades ni sexos.
Es una novela que nos acerca a un modo de amar rebelde y libre, que demuestra que para amar hay que correr el riesgo, porque: “hay conjuros que enamoran, pero también hay conjuros que matan”.
“Bellas para Morir”, Esther Pineda
(2014)
Una forma sutil de violencia hacia la mujer es la belleza como estereotipo y condición para ser amada. ¿Qué es ser bella y por qué ello supone una condición para el amor? La familia, la escuela, los medios y las relaciones sociales imponen formas de ser y características que las mujeres deben poseer. Bombardeadas todo el tiempo por imágenes de modelos y actrices, se nos imponen representantes de la belleza para moldear el cuerpo. A través de este relato, la autora nos lanza el cuestionamiento sobre nuestras formas de relacionarnos con nosotras mismas y nuestros cuerpos dentro de nuestras relaciones de pareja, familiares amistosas y en la sociedad para liberarnos de cánones.
Un libro que nos enseña que para amar a otro, quitarnos el fetiche sobre nuestros propios cuerpos, es tarea para toda mujer que se proponga amar más libremente.
“Cómo ser una mujer”, Caitlin Moran
(2011)
Una pregunta que nos hacemos a diario y que, con capítulos como ‘soy una gorda’, ‘estoy enamorada’ o ‘por qué debería tener hijos’, la periodista aborda a modo de autobiografía y manifiesto militante, las problemáticas que a todas las mujeres preocupan. Con temas sobre nuestra vivencia del amor y la sexualidad, retomando a personajes tan opuestos como Lady gaga y Simone de Beauvior, contrasta los roles femeninos y aborda los momentos más complejos en las decisiones de vida de una mujer: tener hijos, vivir sola o en pareja, terminar una relación.
Su relación nos permite asomarnos a la visión de una mujer que habla de mujeres que buscan amar y ser amadas, pero que buscan salidas a esquemas. Mujeres que se atreven a irrumpir en el mundo de las convenciones sociales y buscan un mundo que permita amar en libertad.
“Tú haz la comida que yo cuelgo los cuadros”, Miguel Lorente
(2014)
Desde la voz de un hombre que aborda la violencia de género que sutilmente se ejerce en las relaciones, el autor nos plantea las trampas del sexismo que dificultan el avance hacia la igualdad. El autor va desentrañando y desmoronando uno por uno los lazos que entrampan a la mujer contemporánea en el cotidiano: la casa, la calle, como escenarios de esa violencia a l que nos hemos acostumbrado y vemos como normal.
Un libro para cuestionar nuestras costumbres cotidianas y saber que hoy el amor está amenazado con una violencia que puede destruirlo y la esperanza de rescatar la esencia de un amor en igualdad.
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