Ser escritor en la actualidad es un gran reto. Cualquier persona puede tomar una pluma y soltar unas cuantas líneas, agarrar la computadora y desechar de la mente un sinfín de nimiedades. Vivimos en una época donde cualquiera tiene a la mano un medio en el cual puede escribir y mostrar al mundo lo que piensa. En este mar de información y relatos, cada vez es más difícil encontrar o realizar algo que valga la pena y que rompa con lo común.
Buscar un buen estilo de escritura, un tema original y demás características que te convierta en un profesional de la pluma, no depende de la llegada de las musas y mucho menos del azar. El don del escritor no es fortuito, al contrario, es resultado de largas horas de lectura, escritura y mucha reflexión. Si quieres llegar a ser un increíble novelista, es tiempo de que vayas formando estrictos hábitos que incrementarán notablemente tus habilidades de redacción. Antes de pasar a estas sencillas lecciones que cualquier aprendiz de las palabras debe conocer, se muestra un pequeño escrito de Antonio Di Benedetto para demostrar que en pocas palabras, se puede decir tantas cosas…
“El hombre logra en sueños lo que no logró despierto: seducir a una mujer carnal, perfumada y esquiva. Lo despierta un golpe en las costillas: la esposa, que duerme con él, le ha hundido el codo en el costado. Ha soñado que el marido se ha dejado seducir por una mujer carnal, perfumada y esquiva, a quien ella no conoce”.
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Amplía tu vocabulario
Uno puede creer que es fácil comprender y expresar cualquier pensamiento, pero no es así. Muchas de las situaciones de la vida son casi inexpresables debido a su misteriosa naturaleza. El humano le trata de dar forma y aterriza los conocimientos a un plano conocido, aunque a veces difícil de explicar. Por eso es importante que día a día vayas incrementando tu vocabulario, para que cuando llegue el momento de ordenar el caótico mundo, tengas a la mano la palabra indicada que fulmine de un golpe al lector.
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Lleva un diario
Escribir continuamente sobre lo vivido te ayudará a mantenerte en forma en el acto de relacionar pensamientos con recuerdos. La vida diaria se puede utilizar como base para crear historias fantásticas; imagina que la bella chica que se sentó a tu lado esta mañana y que por pena perdiste la oportunidad de conocerla, en tu diario puedes crear la mejor ficción donde puedes terminar, incluso, enamorándola.
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Sé tu propio crítico
Después del paso anterior, el siguiente movimiento es un poco más difícil porque tendrás que enfrentar a tus propios demonios. Releer lo escrito es un ejercicio muy importante para avanzar en el camino de las letras, porque con este acto te vuelves a conocer a través de tus palabras y puedes identificar tus carencias y puntos a mejorar.
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Quiere a tus textos
Esto nos lleva a tomar con seriedad nuestra escritura. Podemos escribir una comedia, tragedia, romance, etcétera. Pero si nosotros mismos no creemos en lo que escribimos y en que todo eso que vertimos en papel es algo serio, ninguna otra persona lo hará.
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Deja de imitar
A pesar de que puedes basarte en otros autores par escribir, también es importante crear mundos propios. Señala Horacio Quiroga en su decálogo: “Cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento”. Así, si haces de darle a los personajes características propias que se puedan ir desarrollando a la marcha un hábito, tendrás una narrativa más interesante.
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Acostúmbrate a presentar ideas concretas
Tener un amplio vocabulario te ayudará a expresar mejor tus ideas, pero por más que te gusten los nuevos trabalenguas que has aprendido, trata de evitar las palabras excéntricas. La apropiación y gusto por las narrativas sencillas siempre resulta más agradable. Dice Juan Rulfo: “Se trabaja con: imaginación, intuición y una aparente verdad”.
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No uses adjetivos como adornos
Tratar de ser conciso en las ideas, bien dijo Horacio Quiroga: “No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo”.
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Nunca dejes de leer
Es importante leer, leer y leer. Ir a la biblioteca o tener un espacio relajado y fuera de distracciones es importante cuando te sumerges en la lectura. Encontrar ese punto de paz para poder llenar tu cabeza de historias escritas por otros ayuda a crear un estilo propio y así no parecer copia de nadie.
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Aprovecha las debilidades del ser humano
Retomemos un consejo de Augusto Monterroso: “Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron o ganar tanto como Bloy”.
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Apasiónate
Irónicamente, nada está escrito cuando se trata de una receta para ser buen escritor. Sólo queda ser apasionado, adentrarse en sí mismo y buscar algún pretexto para iniciar.
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Para inspirar más a tu espíritu literario, debes ver algunas películas para sacar al escritor que llevas dentro.
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