“¿Qué comen los pajaritos?… ¡masiiiita!”, “¡Tanta carne y yo…chimuelo!”, “Cómo quisiera ser el sol, ¡para darte tooodo el día!”, “Estás como el queso, ¡bien rikota!”, “¡Quién fuera cemento para sujetar ese monumento!”, “En esa cola sí me formo”…
Se supone que el objetivo de los piropos es adular a una persona, cortejarla o enamorarla, pero tenemos claro que con ese tipo frases coloquiales que los hombres acostumbran gritar por las calles a las señoritas, están sumamente lejos de lograrlo.
Cuenta la historia que hace casi seis siglos, a los miembros de la corte real no se les permitía expresar sus instintos más pasionales en público, ya que la realeza lo consideraba vulgar. Entonces nació una propuesta por parte de un rey; su alternativa fue conquistar a las mujeres a través de palabras seductoras. Se dice que la mujer se enamora por los oídos y los hombres por los ojos y entonces así fue como surgió el arte de seducir con las palabras.
Los cortesanos de los siglos XVI y XVII se convirtieron en unos expertos en el arte de piropear a una mujer, y como también era la época de los trovadores, el piropo se usó con frecuencia en poesía y literatura, como metáforas para alabar la belleza de las mujeres. Sin embargo, con el tiempo, el piropo ha tomado más la forma de un anti-piropo; se han convertido en frases ingeniosas sexuales que han olvidado el romanticismo y la sutileza de sus inicios, los cuales, más allá de elogiar a la mujer, llegan a ofender y a convertirse en acoso sexual.
Porque no nos gustan los piropos de “albañil”, aquí te mostramos 45 piropos románticos para decirle a la persona que te gusta y no fallar en el intento.
Me gustaría ser una gota de tu sangre, para recoger todo tu cuerpo y dormir en tu corazón.
Mi amor por ti, vida mía, es tan grande y tan inmenso, que por caber no cabría en todo el universo.
Por ti, subiría al cielo en bicicleta y bajaría sin frenos.
Qué dicha la de mis ojos que pueden apreciar tú hermosura, más dichoso es el viento que acaricia tu figura, pero pobre mi corazón que lo tienes despreciado y camino a su sepultura.
Qué triste es el mundo sin un ser amado, pero más triste es tenerlo y no estar a su lado.
Quién fuera piso para sentir tu caminar.
Quisiera nacer de nuevo para no perderme ni uno solo de tus amaneceres.
Si así es el infierno, ¡que me lleve el diablo!
Si cada vez que pensara en ti una estrella se apagara, no habría en el firmamento una estrella que brillara.
Mira cómo caen los cocos al moverse las palmeras, así se me van los ojos cuando mueves las caderas.
Oye, mi amor, sabes que eres el inquilino que no paga alquiler en mi corazón.
Desearía ser una lágrima tuya… para nacer en tus ojos, navegar por tus mejillas, y morir en tus labios
No existen puertas que el amor no abra, abismo que el amor no cruce, ni pecado que suficiente amor no redima.
Ni mil poetas en mil años podrían describir tu belleza.
¡Quién fuera bizco para verte dos veces!
¿Quién asaltó la panadería que hay tanto bizcocho suelto?
Si tu belleza fuera enfermedad, vida mía, no habría remedio.
-¿Te conozco? -No -Entonces te soñé.
Quisiera ser ciego para poder leerte con mis manos.
De tu boca quiero un beso, de tu camisa un botón, de tu pensamiento un deseo y de tu pecho el corazón.
No temas estar desnuda porque yo te vestiré de amor.
Si Adán por Eva se comió una manzana, yo por ti me comería una frutería.
Creí nacer para quererte y ahora vivo para olvidarte.
Los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor, y el muchachito de enfrente, me tiene loca de amor.
Mándale saludos a tus padres, porque me gusta la gente que sabe hacer las cosas bien.
Te quiero hasta el cielo, ida y vuelta, siete veces y en triciclo.
Cómo quieres que te olvide si cuando empiezo a olvidarte recuerdo que te olvido y empiezo a recordarte.
Eres el icono de la belleza, sin duda haría doble clic en ti.
Tus ojos son las luces que necesito en una noche oscura.
Fumo porque en el humo creo verte, y por miedo a perderte fumaré hasta la muerte.
Estás más completa que la Enciclopedia Británica.
Se te cayó un papel… el que te envuelve, bombón.
Si la belleza fuera dolor, mi vida, vivirías en un grito.
Si fueras una lágrima no lloraría por miedo a perderte.
Me gustaría que me encerraran en tu corazón y que botaran la llave.
Deja de respirar por un minuto, y sentirás lo que yo siento, cuando tú no estás.
¡Ya no puedo ni mirarte pues deslumbras más que el sol!
A veces me pregunto por qué la vida es tan bella. Ahora ya lo sé: Porqué tú estas en ella.
Mátame si no te sirvo, pero pruébame primero.
Amor, si amarte fuera trabajo, no existiría el desempleo.
Eres como el café: dulce, caliente y me quitas el sueño.
-¿Qué estudias? -Desde hoy, tus ojos.
Si parpadeo me pierdo un instante de tu belleza.
Si verte fuera la muerte, y no verte fuera la vida, prefiero la muerte y verte, a no verte y tener vida.
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