La vida es una decepción constante cuando nos damos cuenta de cómo son las cosas en realidad. Dejar atrás esa burbuja en la que creíamos que realmente podíamos ser lo que quisiéramos, que con hacer el bien éste existiría en el mundo y que bastaba con trabajar lo suficiente para conseguir todo lo que deseábamos, rompe paradigmas internos y personales que nos llevan a una espiral de decepción e incertidumbre.
“Cualquiera puede hacerse un tatuaje en la cara, cambiarse de sexo o comprarse una lancha, pero yo no puedo quedarme en la cama cuatro días”.
Incongruencia generada por la falta de sentido que le encontramos a la vida, muchas veces eso es la juventud. Por eso hay quienes adoptan actitudes hostiles contra la sociedad, reflejadas de distintas formas: drogadicción, agresividad, rebeldía, vandalismo e incluso un completo distanciamiento del sistema. Algunos dicen que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo, pero los siguientes libros demuestran que tal vez esa es una época en la que nuestros ojos realmente se abren antes de volver a cerrarse por la resignación que nos convierte en seres alienados en una sociedad dócil y sumisa.
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“Girl interrupted” (1993) – Susanna Kaysen
“Una vez le dije que no era buena en nada, ella me dijo que sobrevivir era un talento”.
Un libro que lleva el infierno juvenil a otro nivel. El supuesto intento de suicidio de Susanna Kaysen la lleva a ser recluida en un hospital psiquiátrico durante los años 60. Ahí conocerá a un grupo de jóvenes que, como ella, deben adaptarse a su nuevo mundo y su enfermedad. La novela autobiográfica muestra la magnitud que una enfermedad mental puede tener en los jóvenes, pero también su peculiar punto de vista acerca de la existencia, que te puede hacer amar la vida de nuevo, apreciarla y aprovecharla al máximo, o sumirte en una profunda depresión debido a las injusticias del mundo y de la gente que no puede defenderse.
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“Naked Lunch” (1951) – William Burroughs
“Cualquier producto que elimine el dolor, deprimirá la función sexual, inducirá euforia y creará adicción”.
Las drogas son parte de la juventud de muchos y este libro es una de las biblias de aquellos que deciden alejarse de la realidad por medio de distintas sustancias. Con una trama complicada, sin sentido y bastante poética (poesía libre de la generación beat), Burroughs creó un complejo libro que si bien pocos entienden, es considerado como uno de los mejores del siglo pasado. ¿Por qué es esto? Entre el análisis Burroughsiano que parece no explicar mucho, hay algo, una esencia que se queda en el lector y que muchas veces no descubre sino hasta terminar la última página. Al finalizar el libro uno no es el mismo, no sabe cómo explicarlo, pero es como si, sin la ayuda de ningún estupefaciente –más que el libro, que funciona como tal– vivieras todos esos viajes alucinógenos y estuvieras listo para no probar ni una droga nunca más.
La generación beat fue mucho más que Burroughs, conoce a las mujeres olvidadas de la generación Beat.
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“Electroboy” (2003) – Andy Behrman
“Extraño los aviones, viajes, dinero, cenas, alcohol, drogas y sexo. Mi recuperación representa una verdadera pérdida. ¿Qué estoy haciendo en Kansas?”.
Tratar con la depresión es una batalla solitaria, y en este libro, Andy muestra qué tan grave puede llegar a ser el problema. Lo que inicia como un pequeño síntoma, poco a poco consume su vida, llevándolo a tomar decisiones de las que hoy se arrepiente y que lo llevan por el camino de la drogadicción, vandalismo y más. Una memoria que no dice que las cosas siempre saldrán bien, sino que a través de un camino por el infierno muchas veces se puede llegar al paraíso, si soportamos lo suficiente.
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“Lolito” (2014) – Ben Brooks
“No entiendo por qué la gente no es capaz de dejar que los demás se queden tumbados en la cama y desaparezcan lentamente si es lo que quieren. Cualquiera puede hacerse un tatuaje en la cara, cambiarse de sexo o comprarse una lancha, pero yo no puedo quedarme en la cama cuatro días”.
Su autor no tiene ni siquiera 25 años y ya cuenta con seis libros publicados, pero éste es el mejor. “Lolito” muestra a la juventud de hoy. No es el Holden Caulfield que a los 17 años camina sin rumbo por Nueva York y tiene un extraño encuentro con una prostituta, se trata de un joven posmoderno que a los 15 años ya ha tenido una gran cantidad de relaciones sexuales, por lo que, aburrido de la vida real debido a que descubre que su novia lo engañó, se adentra en los grupos de chat (muchos no lo creen, pero aún existen y hay mucha gente activa), en los que encuentra a una mujer mayor con la que comienza a vivir una serie de fantasías eróticas que parecen mucho mejor de lo que la vida fuera del monitor le puede ofrecer.
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“Taipei” (2013) – Tao Lin
“Paul estaba en la librería Bobst cerca de las 3:30 p.m. y acababa de ingerir una cápsula de MDMA cuando Erin le mandó un mensaje que decía que llegaba en 50 minutos. Paul caminó 10 cuadras hacia otra librería y se sentó en una pequeña banca en la sección de ficción y tuiteó y revisó su cuenta de Gmail”.
¿Conoces a esos jóvenes que no les importa nada, que todo les aburre y si no haces algo impresionante por entretenerlos bajarán la vista a su iPhone? Este es el libro que te dice lo que pasa por su mente. La generación X fue la verdadera generación desilusionada, pues parece que ésta simplemente es la desinteresada. Un protagonista plano, que encuentra tedioso todo a su alrededor y vive drogado, pero no con esas sustancias alucinógenas que te hacen viajar a otros mundos, sino con fármacos que te entumecen el cerebro y te hacen recorrer la existencia como una bolsa de papel atrapada en el aire.
Si las novelas no son lo tuyo, las películas de la juventud desilusionada pueden llamar tu atención. Claro que si deseas salir del limbo existencial, tal vez los mejores chick flicks que puedes ver en Netflix, con algunas de estas deliciosas pizzas, sean totalmente lo que necesitas.