Nadie sabe que maltrata
hasta que rompe un hueso,
y aun así
los morados de la piel no saben de perdones,
las heridas disecadas sólo cuentan una historia
Todo cuerpo supura infiernos,
todo cuerpo admite queja,
admite exilio
Nadie sabe que maltrata
hasta que asesina
Nadie sabe que tiene fuerza
hasta que aprieta una garganta,
luego abandona,
sale corriendo,
echa culpas,
justifica puños
y huele a sangre.
Todo cuerpo odia el desgarro,
toda ausencia es un primer auxilio
Nadie sabe que es poco hombre
hasta que toca a una mujer
para romperla.
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Del libro Cardiopatías (Monte Ávila Editores, 2016)
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Después de terminar una relación tormentosa nuestro corazón es una delgada pluma, frágil y pequeña, pero estos poemas te demostrarán que luego del desamor somos voluntad.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Silvia Grav.