Quiero hablar del día en que conocí a mi persona favorita, no lo sabía en ese momento y no lo supe hasta un par de años después. Las personas más maravillosas siempre aparecen cuando menos las buscas y siempre vienen acompañadas de momentos únicos. Mejor amiga, esto es para ti.
Llegó tarde en la primera semana de clases y tarde en la hora de entrada, lo recuerdo perfecto, era la segunda hora del tercer día de clases del último año de secundaria. Una completa desconocida, la recuerdo bien, traía unos extraños tenis con demasiados brillantes. La directora dijo que se incorporaría al grupo, que era nueva. Igual que yo. Se sentó en la banca junto a la mía, y de algún modo la entendía, no conocía a nadie, es difícil ser nueva, aún lo es más cuando llegas en el tercer día. Recuerdo que le dije hola amablemente, y ella respondió con timidez.
Desde ese día hasta hoy, han pasado seis años y medio; debo decir que estoy tan agradecida con la vida, por habernos puesto en el mismo camino a partir de entonces. Es momento de darte las gracias por tanto y por eso estas líneas son tuyas. Gracias por seguir a mi lado a pesar de haber conocido los 10 mil demonios que viven dentro de mí, por haberlos enfrentado todos y permanecer a mi lado cuando todos estaban desatados, gracias porque cada día me animas a ser una mejor persona y cuando no quiero hacerlo, te conviertes en la peor conmigo.
Gracias por no abandonarme cuando todo el mundo lo hizo, gracias porque a pesar de todo siempre sabes escuchar, aconsejarme y cuando la cosa va muy mal, sabes quedarte en silencio y hasta compartir las lágrimas conmigo. Gracias por cubrirme, por ayudarme a realizar cualquier clase de locura que pase por mi cabeza y siempre estar dispuesta a lanzarte al vacío con los ojos cerrados mientras que sea conmigo. Te haz convertido en mi más fiel confidente, aquella a la que puedo llamar a las tres de la mañana para contarle una tontería y sé que estará para escucharme. No me alcanzan las palabras para agradecer todo lo que hemos pasado.
A partir del día que decidimos sellar esto con la frase de “mejores amigas”, supe que jamás volvería a estar sola. Y es que contigo la vida es una aventura, de esas en las que cada día son inciertos; sin embargo, siempre descubrimos una nueva manera de reinventar nuestra amistad, y es que si no fuera contigo, todo sería completamente una mierda. Me haz mostrado el lado más oculto de ti, el sensible, el que nadie conoce, me haz demostrado que estás dispuesta a sacar las garras por mí y convertirte en la leona más feroz si alguien me hace daño, me haz demostrado ser la más dulce cuando necesito un abrazo.
La gente siempre busca en su pareja a su alma gemela, pero yo, en cambio, me he dado cuenta que tu alma gemela es aquella que conoce tu peor faceta y decide quedarse a tu lado, así que ante lo que cualquiera piense, tu eres mi alma gemela. Porque a tu lado he vivido los mejores momentos, las risas más sinceras y, claro, también las lágrimas más amargas. Estoy completamente segura que serás esa persona a la que mis hijos llamaran tía, y que pasados los años, cuando seamos unas pasitas de 85 años, nos sentaremos a ver un álbum con nuestras viejas fotos y a recordar todos los momentos que vivimos al lado de la otra, con la promesa escrita en nuestros brazos, con esa tinta indeleble, miraremos esos tatuajes desgastados como el tiempo, pero marcados en la piel para siempre como nuestra amistad.
Si de algo estoy segura es que nuestra amistad ha superado los límites de lo que se llama amistad, hemos llegado al punto de ser familia, al punto en que nuestras familias aceptan a la otra como parte del núcleo familiar, porque no sólo te tengo a ti, sino que tengo una segunda familia y una segunda casa contigo, porque al fin de cuentas, ese tercer día de clases en el que conocí a mi persona favorita, no gané una mejor amiga, sino una hermana del alma.
INSIEME PER SIEMPRE.
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Si consideras a tus amigas como hermanas, entonces estos son los libros que puedes regalarles según su personalidad.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Gabe.