El amor es esa balsa que nos salva de la tormenta, este poema nos lo recuerda; continúa leyendo…
Es complejo encontrar una persona que en realidad gane nuestro amor. Muchos pasan demasiado tiempo buscando a la persona adecuada, otros sólo esperan; algunos no se fijan en esto y otros, no queriendo, son aturdidos por el tema.
Pero a todos, sin excepción, nos llega el amor.
O al menos llega una persona que es capaz de mover en nosotros olas enormes de sentimientos desconocidos, o quizá ya conocidos pero con más fuerza. Entregarse al amor es un juego, en el mejor sentido de la palabra. Nos lleva por laberintos, nos lleva a escalar montañas, a cruzar mares, a romper paredes, a volar; nos inspira a inhalar vida. Es un recorrido, a veces sencillo, otras no tanto.
Somos amor, me atrevería a decir que el 90 % de lo que nos constituye es amor, porque vivimos amando y queriendo a lo largo de la vida, dándolo a nuestra familia, hermanos, amigos, naturaleza, placeres y relaciones. No vale la pena hablar del otro 10 % que somos, pero sí de eso que llega un día sin aviso, entra por la ventana, se levanta como huracán y arrasa con todo.
Hay una frase que dice: “Y de pronto llegará alguien que baile contigo aunque no le gusta bailar y lo haga porque es contigo y nada más”. Pocas veces había dado vueltas en mi cabeza, durante tanto tiempo, una frase tan corta. Considerar la vida un baile es una idea muy interesante: encuentro de sonrisas, felicidad, ansiedad, temor, frío, calor, recuerdos, sueños; luces que atraviesan nuestros ojos que vislumbran un amanecer, pasos marcados por la sombra que alguien dejó, fuerza de un corazón que no se cansa de luchar, y es entonces cuando ni la música lo ve venir. Un silencio, todo se detiene, las luces se posan sobre el otro extremo del salón y entonces llega, a paso lento y delicado. No tenemos idea en qué momento fue, pero estamos ahí: nos toman la mano y viene un giro al baile y a nuestra vida.
Eso es parte del amor, ver llegar a alguien que no esperabas, que te invite a hacer eso que nunca cruzó tu mente. Es casi irreal. Hemos hallado algo, pero, ¿qué es?
Lo dijo Borges: “Es uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos”.
Hallamos entonces lo que buscamos toda la vida pero que no supimos definir, es la entrada a un camino que no conocimos, a un baile de luna llena bajo un cielo estrellado como el limite reflejado del Universo; hemos esperado eternidades y vidas pasadas para llegar a este instante, y lo más importante es no dejarlo ir, inmortalizar nuestra vida junto a esa persona, caminando por la playa en una combinación de rocas a blanco y negro de ese amor infinito.
**
Te compartimos algunos poemas de amor para refugiarte entre los brazos de la persona que más amas, a través de las letras.
**
Las imágenes que ilustran el texto pertenecen al artista Loui Jovers; conoce su trabajo en su perfil oficial.