Ahora giran a tu alrededor,
destellando azules,
y en verdes marrones,
me fuiste arrancando los gusanos.
En mis lagañas garabateas tus pinturas,
me lames las axilas, entierras tu rostro en el mío.
Besos libres, liebres,
y ya no puedo terminar mis palabras.
Besos libres, liebres con respiración de osos.
Nacemos del agua.
Crecemos hasta volar, evolucionamos;
pez,
anfibio,
pájaro,
pez,
porque podríamos perder todo lo que tenemos
pero nunca nuestras ideas.
Fuera de eso, ya no necesitamos más.
Tu boca se vuelve cerámica,
todo es gusto a eucalipto.
Todo sube, se revuelca entre nosotros
y se vuelve pan,
miel.
Jugar.
Afuera esperan todos sentados.
Pacientes, con la boca abierta al cielo,
esperando que se largue a llover.
Fabrizio Coprez