En mi cielo nocturno
brillas con luz propia
mi desvelo te siente empatía
me conservo taciturno
aunque es inevitable
ofrendarte un suspiro,
elevar una oración a tus encantos;
impávido te miro
fuente inagotable de paz
de sonrisas diáfanas
y palabras claras;
ignoro qué sería de mi
sin tu luz divina
que es mi dulce guarda;
bendecido por tu presencia
armonía en mi ser
mi amada estrella
a ti me debo.