Pintura por Gustavo Argüello
Al mundo
Por Jorge Sarquis Bello
Disolverme en aquello que sí existe,
en el hotel de nuestros cuerpos.
Tan sólo soy una campana azotada por el viento,
tú eres todo el resto.
Oh, mundo tuyo y mío
eres nuestro alimento.
Hablo del amor cargado por los huesos
y hablo con todo mi agradecimiento.
Las palabras en mi lengua ya no bastan,
pues se ha robado gran parte de mi aliento.
Oh, mundo mío
¿Qué mejor sustento?
Hablo del amor cargado hasta los huesos
y hablo desde mi ignoto adentro.