El joven poeta Kael Palacios explora las posibilidades de lo exquisitamente fantasioso y onírico en las minúsculas escenas cotidianas de la realidad más que pudieran ocurrir a cualquier hora y en cualquier espacio, con un dejo de erotismo y romance. Disfrútalo a continuación.
Al otro lado de mis párpados
Renaciste en mi piel caliente como un millar de poros de luz
abriendo los ojos de cara al sol en la tarde del domingo
despedida inusual después del amor
cuando no hay nada salvo silencio
en tu boca cerrada como un sueño oscuro
una pantalla de noche en la cima de una montaña.
Al otro lado de mis párpados sales de esta dimensión en bandada
despegando tu fuero del terreno horizontal
complacida con el deseo de la vigilia, el fierro y la carnada
cubres tu alma desde afuera, desde el otro lado de la ventana
donde te observa el mundo que creé para ti
musa serena, rayito de vida en el claro del agua.
Existes porque te imagino mientras toco tu alma
moldeando su forma, su estilo y su luz
sin embargo tú, al otro lado de mis párpados,
haces como si nada el camino de vuelta hacia mí.
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Las imágenes que acompañan al texto pertenecen a Nieves Álvarez.
Puedes apreciar más de su trabajo fotográfico aquí.
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Amamos tanto y tan fuerte que cuando algo se rompe dentro, duele como si nos sometiéramos a un transplante de corazón abierto y sin anestesia, pues “Yo no sabía lo que era sufrir hasta que te alejaste”.