¿Alguna vez has tenido un amor?:
No de esos que llaman amor y se viven en bares o sólo buscan aventura.
Un amor que se adhiere al interior de tu cuerpo, que le devuelve el aire a tu vida,
un amor que te lleva a lugares inimaginables, a rincones infinitos del Universo.
Donde todo es oscuro y de lejos alumbra una constelación con su amor.
No un amor de esos que sirven para presumir o para pasar el rato.
Un amor que te mantiene nutrida y la risa es su mayor aliada.
Sí, un amor en el que la ley de atracción se ve claramente en los cuerpos desnudos que no pertenece más que a su amor eterno y perfecto.
Un amor que tenga la mano del tamaño de tu corazón.
No un amor de esos que la sociedad obtiene por miedo a la soledad o de esos que se ocupan para olvidar.
Yo hablo de un amor de los que pocos se atreven a vivir, un amor que hace entregarte de la manera más dulce y leal.
Un amor de esos que bailan a oscuras por la cocina, de esos que se acompañan a cada lugar porque no existe mayor alegría que su mirar.
Sí, un amor que te hace sentir bien porque a cada minuto te recuerda lo valioso que eres.
Sí, un amor del que su perfección te atonta por las tardes junto al atardecer, de un amor que calienta e irradia justo como el sol.
Un amor excepcional con la exquisita perfección de su sonrisa.
Sí, un amor de esos que cantan bajo la luna llena,
de esos que te llenan de amor hasta que te hacen llorar.
Sí, un amor que te arranca la tristeza para empaparte de gotas de felicidad.
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Si ya has encontrado ese amor verdadero, entonces recuerda que dedicar poemas pervertidos también es otra forma de amor.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Chris & Ruth Photography.