En las fábulas, las liebres, conejos o cerditos son protagonistas absolutos de metáforas de ciertas lecciones morales, sin embargo, los animales han ocupado también un papel importante en la literatura, convirtiéndose en personajes principales o acompañantes de los protagonistas de carne y hueso, así descubrimos que el reino animal ocupa un papel preponderante en la literatura. Ejemplos de esto encontramos en El coloquio de los perros, de Miguel de Cervantes, en el que un par de perros cuentan sus aventuras; o incluso en el propio Kafka, quien escribió en Investigaciones de un perro sobre un can que investiga, que piensa con todo el rigor que es capaz y se cuestiona tanto como un ser humano.
En la lista que te presentamos a continuación están 10 de los animales más famosos en la literatura que, acompañando como mascotas a los protagonistas o siendo precisamente ellos los personajes principales, ya forman parte de nuestra vida, del mundo de las letras y de, quizás, esas muchas historias que aún te faltan por leer.
Argos, en La Odisea, de Homero
No hay mejor representante de la fidelidad de un perro hacia su amo que la que expresa este personaje del clásico poema épico griego. Tras una ausencia de 20 años y aún detrás de un disfraz, Argos, viejo, débil y enfermo, reconoce a Ulises en su regreso a Ítaca y lo saluda por última vez batiendo su cola
Bull’s Eye, en Oliver Twist, de Charles Dickens
Un Bull Terrier inglés era la mascota del malvado Bill Sikes, en la segunda novela del autor Charles Dickens, quien lo describe como un perro lanudo blanco, con el rostro arañado. La malicia de su dueño ha permeado el carácter del fiel canino, que siempre está dispuesto a obedecerle.
Rocinante, en Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes
El caballo más famoso de la literatura es Rocinante, caballo del ilustre hidalgo Don Quijote, sobre cuya montura embistió a los molinos de la Mancha y recorrió las tierras españolas. Bautizado con tal nombre por su carácter “alto, sonoro y significativo”, Rocinante es uno de los animales más carismáticos del mundo de las letras.
Platero, en Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez
Si Rocinante es el caballo más popular, Platero es el burro más influyente de nuestras letras. El mejor aliado de Juan Ramón Jiménez durante su regreso al pueblo de Moguer, en Huelva, este burrito al que el autor mostraba el moridero, el rocío, el vergel o la calle de la Ribera de su pueblo natal, se convierte en el principal vehículo para expresar la visión y reflexiones del escritor.
Fang, en la saga Harry Potter, de J. K. Rowling
Este personaje es la leal mascota de Hagrid, el guardabosque del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Aunque en los libros, J.K. Rowling lo describe como un perro jabalinero o gran danés, en la pantalla grande es un mastín napolitano.
Flush, en el libro del mismo nombre, de Virginia Woolf
Flush es un Cocker Spaniel de orejas largas, cola ancha y unos “ojos atónitos color avellana”. Woolf, una de las grandes novelistas del siglo XX, plasmó en este libro cómo es ver la vida a través de la mente de un perro, narrando, a manera de biografía, la vida de Flush, sus antepasados y su relación con sus dueños.
Toto, en El maravilloso Mago de Oz, de Lyman Frank Baum
Aunque en el cuento infantil publicado en 1900 no se menciona la raza del fiel amigo de Dorothy, éste era descrito como un perrito negro con el pelo largo y sedoso, de pequeños ojos negros que brillaban con alegría. Las ilustraciones, luego elaboradas por William Wallace Denslow, mostraron que se trataba de un Cairn Terrier, originario de Escocia.
El Zorro, en El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
Cuando aquel niño rubio llamado El Principito llegó a la Tierra, se topó con un zorro que cazaba gallinas y se aburría un poco. Para el animal, ser domesticado era el mejor modo de pasar a ser de un animal entre otros tantos en uno más especial. Uno de los animales más metafóricos de la literatura se convirtió, a su vez, en uno de los personajes más queridos del cuento de Antoine de Saint-Exupéry.
El elefante, en El viaje del elefante, de José Saramago
El elefante asiático en torno al cual gira la novela de José Saramago El viaje del elefante, fue un regalo al archiduque Maximiliano de Austria en el siglo XVI. La novela narra el periplo de este elefante por media Europa como una burla a las flaquezas de la realeza y para resaltar los sentimientos de un ser vivo, independientemente de su intelecto, raza o condición social.
Napoleón, en Rebelión en la granja, de George Orwell
Descrito por George Orwell como “un verraco grande de aspecto feroz, el único cerdo de raza Berkshire en la granja y con fama de salirse siempre con la suya”, el cerdo que simbolizaba la presencia de Stalin en una granja de animales subordinados se convertía no sólo en uno de los grandes villanos de la literatura, sino en una de las metáforas más acertadas de las letras del siglo XX. En Francia, a partir de entonces, ningún cerdo volvería a llamarse Napoleón.
¿Te animarías a presentar tu libro favorito a nuestra comunidad?, envía un texto de mínimo 400 palabras a culturacolectiva.com/colaboradores y logra que más de 60 millones de personas descubran las nuevas propuestas o se animen a darle una oportunidad a los clásicos de la literatura universal. Así que ya sabes: si eres un amante de los libros, esta plataforma es para ti.
Ahora que conoces a los animales más famosos de la literatura, puede interesarte:
¿Los perros ayudan a superar una etapa difícil? Experta del Tec revela la respuesta
La crueldad y el egoísmo humano de volver a tu mascota vegana
Pigcasso: ¿maltrato animal, fraude o arte verdadero?