Lo más difícil que existe en la vida es no poder dejar de pensar en la persona que formó parte de nuestro corazón:
Que los tiempos son distintos, no hay distancia entre los dos. Que tal vez no debí decir adiós.
¿Qué tan lejos debes estar para dejar de amarte? ¿Qué tan lejos debo estar para que dejes de amarme?
Si los años han pasado, y los miedos son distintos, ¿por qué mi amor es el mismo?
Si los días que no estás camino sola para olvidar; las noches en las que no duermes a mi lado suelo ahogar los suspiros en la almohada.
Que los años nos enseñan a amar, que los años nos enseñan a olvidar.
¿Qué tipo de sonrisa es la que me muestras? ¿Por qué no puedo sonreír a nadie más?
En un mismo mundo habitamos, en diferente modo nos amamos.
Esto no ha acabado, la distancia me hace amarte un poco más, no tengo miedo de llegar a tu lado.
Si los días que no estás suele volar mi imaginación a tu abdomen, las noches que no duermes a mi lado duermo hasta las dos.
Que hay muchos colores en el mundo, que existen muchos meses que vuelan, meses que se olvidan.
¿Cuántos días deben pasar para no pensarte? ¿Cuántas veces al día me piensas?
Que todos tenemos una luz interior, pero tu lado oscuro es el que más disfruto, del que me he enamorado.
Sí, los días que no estás busco ruidos para no sentirme sola, si en las noches que no duermes a mi lado hablo con tu sombra.
Que hay muchos amores en esta vida, algunos buenos, algunos malos, pero tu amor es lo más poético que me ha pasado.
La poesía es imperfecta, inagotable, inalcanzable, espaciosa, libre, hermosa.
Quiero vagar entre tus brazos muy pronto, en este mundo, en el otro, en esta vida, o en otra.
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Estos son los poemas que debes leer cuando te sientas perdida y partida en dos, pues sólo la poesía es capaz de calmar la ansiedad que provoca extrañar a alguien.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Paige Margulies.
