Cuando el corazón de verdad se entrega a una relación que no funcionó, los recuerdos llegan constantemente para gritar que duele, que se busque y que se haga lo imposible por recuperar esa ilusión…
Aún no olvido.
Cuando nos amamos,
cuando te recitaba al oído,
enredándonos los dedos.
Aún recuerdo.
Recuerdo una revolución en mí.
Tan felices, como un borracho en una taberna
a punto de quedar perdido en su memoria;
al entregarte a mí.
Aún siento
como nos entregábamos a nuestros instintos carnales,
entregándome a tu misterioso ser desarmado
y Cupido volando como imbécil,
al saber que sus flechas son indomables
ante mí, ante ti.
Aún no olvido.
Éramos como niños descubriendo al amor.
Por eso yo te pido
que abras de nuevo tu ser místico,
para que sepas que aún estoy ahí,
con un gran resplandor
a un nuevo inicio para que esto
no se quede en un simple recuerdo tatuado en tu memoria.
***
Las fotografías que acompañan este poema pertenecen a Angie Lopez, conoce más de su trabajo aquí.