Así como debió sentirse Adán ante la relampagueante primera vista de Eva
Me siento yo cuando por fin te veo y te siento cerca de mi pecho, de mi suave roce de manos
Y, aunque se descubra que el ser humano no tenga alma, te seguiré queriendo con la misma intensidad
Y aunque descubran la partícula de Dios y de dónde provenimos,
Aunque te hayan construido con barro
Aunque la temida y deliciosa muerte venga y no tenga tus ojos
Aunque ella pierda su dominio sobre esta tierra
Aunque no tengamos una segunda oportunidad sobre la faz del mundo;
No importa, porque estás a mi lado.
Y, aunque me siente aquí en esta solitaria silla, y ´Regreso al amor´ se escuche al fondo
Aunque el tiempo y el espacio nos separen, y el mundo caiga sobre nosotros
Aunque la constante música retruene sin sentido porque tu risa no la espera.
Y aunque la maldad, el anatema mundial, el asesinato y el robo prime sobre nuestro pensamiento.
Aunque tengamos mucho calor o mucho frío, aunque no encontremos estabilidad;
No importa, porque sigues a mi lado.
Y, aunque el último tsunami o la última bomba caiga y nos borre
Aunque la sangre siga corriendo, aunque estés en otros brazos.
Aunque lleguemos a la predicción del futuro, aunque el pasado nos encierre.
Aunque sigas en desespero y yo en ansiedad.
Aunque el pasado nos siga agobiando.
Aunque tus ojos pierdan las pupilas.
Aunque tu sonrisa no vuelva a florecer.
Aunque el amor esté totalmente relegado.
Nada, absolutamente nada me inquieta, porque tú estás al lado mío.
Y, aunque dejes de estarlo, en mi alma siempre morarás,
Aunque te vayas definitivamente y la esperanza del beso fresco se extinga,
Aunque la última gota de agua se seque y ni nuestra saliva sea revitalizante para la sequedad interna,
Aunque el fuego solo sea una producción química y no lo que me haces sentir;
Aunque muera yo primero y mi espíritu vague
O aunque se extermine por completo y como dicen los demás, sea la nada, el fin del absurdo
Aunque no tenga ojos para mirarte o aunque mueras y me dejes en esta helada alcoba, viejo y testarudo,
Aunque deje de ver cualidades donde, según tú me decías, no había.
Aunque mueras y ya no seas sino cenizas (tan grises como la imaginación sobre tu partida) o tu representación sea un bloque de cemento.
Aunque el melancólico cementerio sea tu o mi paradero
No importa, porque en el presente puedo decir que estuviste al lado mío, aunque fuera en mis sueños.
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Amémonos
