Se dice que lo mejor que un escritor que puede escribir es aquello que conoce y si bien existen subgéneros de la literatura que muestran lo contrario —como la ciencia ficción—, lo cierto es que la historia de vida nadie la conoce mejor que uno mismo. Debido a ello, cuando se trata de relatar la vida propia, por lo general resultan obras que son sumamente íntimas y reveladoras, en especial cuando los actos referidos hacen alusión a secretos o delitos que jamás salieron a la luz:
Jorge Luis Borges, Un ensayo autobiográfico, 1970.
Este libro no es una autobiografía en el sentido que no está novelado como el resto; sin embargo, se trata de uno de los textos que arroja más luz de la vida de Borges contada por él mismo, al tiempo que incluye 242 fotografías que acompañan el texto. El ensayo fue pensado y redactado en inglés en 1970 y no fue hasta 1999 que fue traducido al español.
Pablo Neruda, Confieso que he vivido, 1974.
Esta es una de esas autobiografías que comparten mucho más de lo que se pretendía, además de hacer un relato de las vivencias del poeta chileno y sus viajes a través de Latinoamérica, Europa y Asia. Un libro lleno de polémica, como el instante en el que el propio Neruda alude a una violación que cometió durante su estadía en Sri Lanka.
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David Alfaro Siqueiros, Me llamaban el coronelazo, 1977.
Durante el estallido de la Guerra Civil Española, hubo un gran número de voluntarios mexicanos que decidió viajar a España para pelear en el frente y Siqueiros fue uno de ellos en 1937. Al mando de las brigadas 46 y 47, Siqueiros se hizo del puesto de Teniente Coronel, así como de la serie de vivencias que después plasmaría en este libro.
Mario Vargas Llosa, El pez en el agua, 1993.
En un estilo similar al de otras de sus obras como la Ciudad y los perros, El pez en el agua está dividida en dos partes que cuentan dos tiempos distintos en su vida. En un principio comienza con su infancia, así como sus inicios como escritor, mientras que en la segunda parte es posible leer la vida de un Vargas Llosa que se ha metido de lleno a la política, involucrándose en todo tipo de controversias y por supuesto, de su candidatura como presidente de Perú.
Adolfo Bioy Casares, Memorias, 1994.
La vida y la creación literaria de Bioy Casares estuvo entrelazada con la de Borges de forma definitiva gracias a su amistad; sin embargo, esto tan sólo es una breve parte de la historia de vida que Bioy relata en sus Memorias, puesto que aún queda una gran porción de su vida inédita.
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Isabel Allende, Paula, Mi país inventado y La suma de los días, 1994, 2003 y 2007
Así como García Márquez o Bioy Casares, Allende también ha contado su vida a través de distintos libros, en particular tres: Paula (1994) que comprende de distintas cartas dirigidas a su hija, del mismo nombre, quien falleció después de una porfiria en 1992; Mi país inventado (2003) está enfocado en la historia familiar de Isabel Allende así como de la convivencia con sus amigos, mientras que en La suma de los días (2007), Allende le relata a su hija Paula todo lo que ha sucedido desde su fallecimiento, en particular de su vida en California.
Gabriel García Márquez, Vivir para contarla, 2002.
Por un tiempo, García Márquez anunció una serie de libros que conformarían su autobiografía, misma que no terminaría. En Vivir para contarla abarca sus años de juventud, cuando iniciaba su carrera como periodista en un estilo que sin duda recuerda a sus otros libros y que también sitúa los momentos de inspiración para alguna de sus historias más aclamadas.
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