Disfruta a continuación de un poema breve escrito por Martín Klimek, quien construye un universo íntimo desde su imaginario propio, poblado por los elementos del erotismo y el romance.
Balada de dos locos
Sabes que el que habla es un loco
que no está bien
que se encuentra intoxicado en los desvanes del pasado
que vive en el purgatorio de los vacíos de tu cuerpo y de tu alma
sin embargo ese loco te ama como un loco porque así es él
porque solamente los locos aman así, como locos
sin espacios, ni tiempos y ataduras
ya que él en su locura asegura, que tú le amas también
pero no le hagas caso, recuerda que es un loco, que no está bien
Sin embargo él sabe que estás loca y por eso te tiene fe
él ama las complejas entrañas de tu ser
ama tu locura aunque a veces no le ames como él
adora tus dudas, tus miedos, tu soledad
el imperfecto estado de tu ser
¿y por qué?
¡Si ni siquiera lo sabe él, recuerda que está loco!
Que él está acostumbrado a navegar en tempestades
que los mares calmos son sólo en las noches cuando con ansias lo abrazas
que justo sólo contigo aprendió a hacer puerto después de tantas batallas
por eso el mira siempre tus ojos tristes y solos, e intenta decirte con los suyos y con desespero,
que lo mires, que no estás sola y que si lo estás, es precisamente por lo loca que tú estás
pero recuerda que es un loco, hazle caso, que los locos siempre dicen la verdad
por eso hoy este loco te pide que si realmente todo lo que hoy te cuenta es locura pura
ya no le hables ya no le veas, ya no te acerques, porque sólo lo volverás más loco
pero en caso de que tú estés loca como el loco piensa
entonces llega corriendo, no te le separes nunca y ámalo para siempre sin cordura.
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Las imágenes que acompañan al texto son propiedad de Eastlyn Bright Tolle.
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