Pintura por Enrique Argote G.
La luz bailaba,
el aire se hacía caliente.
Así la recuerdo,
como un pensamiento
aislado, extranjero,
que vaga por mi mente
presentando
imágenes de vino y de velas;
las alumbran las tinieblas,
las que atrapan viento.
Isla donde poco pasa
el tiempo inevitable,
donde no lo sientes, se resbala
como junco entre los dedos.
Isla donde descubrimos,
entre tantas cosas,
eso.