Muchas veces sentimos la necesidad de alejarnos de alguien por temor a ser lastimados, y nos privamos de la experiencia de amar y ser amados:
Tenía ganas de correr en cuanto lo demostraste,
miraba para todos lados queriendo escapar.
Buscaba excusas para terminar contigo,
quería encontrar una salida rápida y evitar resultar herida,
no estaba lista para el amor,
sentía temor al pensar tener algo duradero.
Estaba decidida a cambiar de camino pero fui débil,
te dejé entrar a mis días,
me di cuenta de que moría por estar a tu lado
y te dije:
“Abrázame, no me quiero ir, dame la seguridad para no temer jamás.
Para dejar de huir y ser feliz contigo”.
Todo cambió desde entonces,
haz tomado importancia en mi vida
y ahora el temor torna en la idea de no tenerte en mis días.
Agradezco el momento de duda que me incitó a quedarme,
y así probar del amor que estabas dispuesto a brindar.
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Las cosas nos siempre resultan como deseamos en el amor, a veces ganamos y otras más sólo nos decepciona, aun así, enamorarnos significa renovarnos, por ello te identificarás con el poema “Caeremos en el infinito y cabremos en un suspiro”.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Drew Wilson.