A principios del siglo XX hubo un invento que arrinconó a la literatura: el cine. Los hermanos Lumiere habían creado el invento del siglo y comenzaban a tener grandes resultados; no obstante, los escritores y los amantes de las letras no podían con el desplazamiento tan abrupto que hubo para con los libros. Uno de esos intelectuales afectados fue Guillaume Apollinaire, quien no estaba del todo contento con ver que su fuente de trabajo y pasión estaba siendo removida por imágenes proyectadas en una tela gigante; sin embargo, los siguientes caligramas nos demuestran que Apollinaire no tenía nata que temer.
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“Estandartes”
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“La mandolina, el clavel y el bambú”
En un intento de salvar a las letras de la modernidad, Apollinaire trataba por todos lo medios de hallar la manera en que la literatura no fuera opacada por el nacimiento del cine. El invento de los Lumiere estaba en boca de todos, por lo que no se quedó con la incertidumbre y asistió a una función para poder juzgar por sí mismo. Al ver que sus letras corrían peligro, decidió hacer algo que las mantuviera vigentes y así le llegó una idea maravillosa a la cabeza: Caligramas. Hasta ese momento, nadie había hecho algo similar ni le había llamado como tal, salvo Cicerón en la antigua Roma. El pensador romano había tomado los poemas de Arato que describían las constelaciones y al leer la magnificencia del escritor, decidió traducirlos al latín.
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“La paloma, corazón sangrante y la fuente”
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“Lejos del palomar”
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Sin embargo, al verlos muy típicos y sin nada llamativo a la vista, decidió dibujarlos. Así, acomodó las letras de modo que formaran una figura en especial. De este modo, vemos el poema dedicado a Aries formando una cabra o el de Piscis simulando ser un par de peces encontrados
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“Paisaje”
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“Jovencitas en Chapultepec”
Guillaume Apollinaire retomó esa magnífica idea y la llamó caligramas, creando una colección de poemas propios realizados de esta manera. Entonces le dio un verdadero significado al hecho de hacer caligramas. Estos se caracterizan por la forma de la tipografía usada y el espacio entre cada letra uniéndolas para formar palabras que, a su vez y en conjunto, creen frases y éstas estén presentadas como una figura. Su recopilación se llamó Caligramas, poemas de paz y guerra 1913-1916. Ante esto, Apollinaire le escribió a André Bily, su amigo:
«Los Calligramas son una idealización de la poesía de verso libre y de la precisión tipográfica, en una era en que la tipografía está alcanzando un brillante final en su carrera, por la llegada de nuevos medios de reproducción, como el cine y el fonógrafo».
—Guillaume Apollinaire
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“Corbata y reloj”
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“Corazón, corona y espejo”
Para él y la crítica, los versos puestos de esta forma eran poesía visual ya que, a diferencia de otros modelos de poesía, no sólo eran versos ilustrados sino poemas convertidos en imagen y al revés, imágenes hechas versos. De este modo, tenemos a nuestra disposición el poemario hecho por Cicerón y Apollinaire, pero también algunos otros poetas siguieron la grandiosa idea del escritor uniéndose para impedir que el cine terminara con su trabajo. Entre ellos destaca André Breton, quien trató de combinar esta técnica con el dadaísmo y posteriormente con el surrealismo. Sin embargo, cabe señalar que los caligramas más conocidos son los de Apollinaire puesto que acuñó el término y logró salvar a la poesía de la modernidad.
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“Reconócete a ti mismo”
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“Elemento”
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¿No sabes cómo decirle a alguien que le amas? Dedícale uno de estos poemas y mantén encendido el amor con alguno de estos 11 versos que hablarán por ti.