“El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo,
es responsable de todo lo que hace”.
Jean Paul Sartre
El existencialismo es sólo un humanismo más oscuro. Somos libres de hacer y decir lo que deseamos, pero somos los únicos responsables del resultado de nuestros actos. En la juventud se tiene cierta consciencia de esto, conforme pasa el tiempo ésta se acrecienta hasta tener sólo dos opciones: aceptarlo o negarlo y hacer responsable a alguien más, como a la clase política y su corrupción inmedida; a los Illuminati y sus contactos con los extraterrestres; a las instituciones religiosas y sus lavados interminables de cerebro; o tal vez a nuestra familia, amigos y enemigos… a quien sea, con tal de sentirnos mejor con nosotros.
Si en realidad somos tan libres, ¿qué se supone que debamos hacer con el tiempo que estamos aquí? En el existencialismo eso se convierte en la eterna paradoja. En una anarquía autorregulada que lleva a la abstracción más fulminante, ya que si somos los únicos responsables de la vida que vivimos, lo único que tenemos en este mundo es el poder de decidir: ¿cómo pasar el tiempo?, ¿con quién?, ¿cómo enfocar la energía y la atención?, etc. Cuestiones que son universales pero que en la práctica social se convierten en verdaderos atolladeros, pues el hombre postmoderno se ha convertido en un ser altamente específico. No es violeta, es fucsia. No es rock, es metal progresivo psicodélico. No es sólo sexo, es la unión sagrada de dos energías que nos recuerda que el Universo nació del amor…
En ese trance abstracto y personal, es fácil confundirse y no entender lo que sucede alrededor. El mundo que nos rodea es sólo un estímulo que nuestro cerebro decodifica y lo presenta en imágenes, olores, sonidos, sabores y sensaciones. Pero, ¿cómo encontrar la verdadera libertad dentro de ese mar que parece inmenso? Por ejemplo, cuando bailamos al ritmo de la música, nos fundimos en el momento como un acto de rendición.
Hacer algo sólo por hacerlo, no hay causa y efecto, no hay esperanza, no hay deseos, no hay finales felices ni principios perfectos; a esto las doctrinas orientales le llama no-hacer o no-mente. Sólo un momento que se diluye a cuentagota hasta llegar a la saciedad. Saciedad, no hartazgo; la diferencia entre ir a un buffett a comer justo lo que necesitas. Actos de libertad que carecen de sentido porque no hay una meta o un doble pensamiento, nada para guardar o esperar en el futuro y cuando es así, todo está permitido.
Como en la música, mucho de lo que plantea esta filosofía algunos artistas y bandas lo han plasmado a través de las canciones que te presentamos a continuación.
1. ‘Freedom’ — Rage against the machine
La postura política de estos californianos en contra de las normas establecidas siempre ha sido agresiva. En esta canción se retrata ese deseo de libertad y rebelión para dejar de lado el adormecimiento social y actuar.
2. ‘Anarchy in the UK’ — Sex Pistols
“Don’t know what I want. But I know how to get it”.
La anarquía del punk en su máximo nivel. Quizá te preguntarás qué tiene que ver esto con el existencialismo, pero esta filosofía también se centra en el análisis de la libertad, por lo que esta canción forma parte de la lista.
3. ‘Fuck tha police’ — N.W.A
https://www.youtube.com/watch?v=9jOqOlETcRU
N.W.A se formó a finales de los 80 en Compton, Los Ángeles, gracias a la crudeza de sus líricas, mezcladas con el poder del hip-hop y la tornamesas, hicieron del gangsta rap un subgénero que se popularizó en todo el planeta a principios de los 90. El tema ‘Fuck tha police’ causó mucha controversia y algunos problemas con el FBI y la policía, esto les generó mucha más publicidad porque todos querían saber quiénes eran los jóvenes de Compton, aquellos que sólo intentaban expresar y dar a conocer cómo era un día normal en su vida. Y a partir de esto, se reflexiona sobre la condición humana, otro punto que explora esta filosofía.
4. ‘Time’ — Pink Floyd
¿Qué hacer con el tiempo que se tiene? ‘Time’ encierra esa interrogante eterna y la hace una obra musical majestuosa y sin paralelos.
5. ‘Killing an arab’ — The Cure
“I can turn and walk away or I can fire the gun staring at the sky, staring at the sun, whichever I chose. It amounts to the same absolutely nothing”.
Robert Smith se basó en “El extranjero” de Albert Camus para escribir una letra totalmente existencialista y nihilista.
6. ‘Bullet with butterfly wings’ — Smashing Pumpkins
La frase “despite of my rage, I’m still just a rat in a cage” fue el himno de una generación, en la que la libertad fue concebida como una jaula.
7. ‘Smells like teen spirit’ — Nirvana
Con influencias del punk, pop y el rock, Nirvana alcanzó la fama gracias a su actitud de enfado exagerado hacia lo establecido. Su música reflejaba el hastío de la condición humana a manera de tragicomedia, y ‘Smells like teen spirit’ resume de forma perfecta todo el mito y lo que significó esta banda en el panorama musical.
8. ‘Piggy’ – NIN
“Nothing can stop me now, cause I don’t care anymore”.
Esta canción representa la libertad como máxima abstracción siempre y cuando sea ejercida con responsabilidad; aceptar que todos nuestros actos tienen consecuencias: primero sobre nosotros, después sobre los demás.
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Conoce la historia del músico con doctorado en filosofía que se inspiró en los 80 para incomodarte, pues la música es capaz de remover todas las fibras que nos hacen humanos.