Texto por José Ignacio Alatorre Beltrán
Aunque a veces las ideas se agoten y la rutina se adueñe de nuestros días, darle las gracias a tu pareja por estar ahí, por no fallarte, por quererte, nunca debe ser un problema. Hay tantos detalles que se pueden realizar para hacerle saber a esa persona lo importante que es para ti; desde una carta hasta una salida romántica, un poema o una cena sorpresa, las opciones son infinitas. Pero si quieres algo más de la “vieja escuela” y no tienes ni idea de cómo escribir una carta al amor de tu vida, te compartimos “Vale la pena quererte”, un texto que seguro te inspirará.
Para el amor de mi vida:
No es difícil quererte y tienes que saberlo. Especialmente cuando se quiere como yo. Especialmente cuando yo te quiero a ti. ¿Y es que cómo sería difícil quererte si naciste con el don de sanar el alma? No es difícil quererte y tienes que saberlo. Especialmente cuando tu capacidad de amar rebasa el límite del egoísmo y dejas de amarte a ti misma para amar a los demás.
¿Y es que cómo sería difícil quererte si la nobleza de tu espíritu es capaz de romper la noche para convertir la oscuridad en el alba del herido? No es difícil quererte y tienes que saberlo. Especialmente cuando la virtud de tu empatía te permite sufrir por el llanto ajeno o gozar con su alegría.
¿Y es que cómo sería difícil quererte si naciste con la capacidad de embellecer la vida? Hoy creo que es incluso más difícil que me quieras a mí: arrebatado, desordenado y áspero. Sí. Así venía en el paquete.
Por si fuera poco, además soy cínico y voy a pedirte una cosa: no desistas y déjame quererte con la pureza de mi noble corazón; déjame quererte con la inocencia de mi alma sin malicia; déjame quererte con la vehemencia de mi carácter agitado; déjame quererte con la latencia de mi calidez; déjame quererte con la profundidad del mar; déjame quererte con la delicadeza de la flor; déjame quererte con desmesura, pues tú mereces un amor bonito, de esos que cosen el alma, de esos que todos merecemos por lo menos una vez en la vida.
Voy a terminar con este escrito diciendo gracias. Gracias por el tiempo que me has permitido ser tu compañero de vida, por compartir tus sueños y por deslumbrarme con la promesa de tu confianza. Acompañarte y recorrer el camino a tu lado es el halago y el honor más grande. El universo me debía algo y como no le alcanzó para pagarme, me regaló un ángel.
Si te gustó este texto sobre cómo escribir una carta al amor de tu vida, además te gusta leer y escribir, envía una prueba con un mínimo de 400 palabras a colaboradores@culturacolectiva.com y conviértete en colaborador de nuestra sección de Letras..
Te puede interesar:
Jamás he escrito una “carta de amor” pero esto se parece un poco
Cartas de amor perfectas para dedicar si no encuentras inspiración