El poema que se reproduce enseguida fue escrito por el joven autor venezolano Otto Valbuena. En él se condensa un pacto del instante detenido en la soledad, que se describe como como una forma bella y sublime, al tiempo que se retoman las riendas expresivas de un verbo en apariencia contenido aunque su afán de ilustrar el erotismo y el deseo amoroso son evidentes.
Basta el silencio
Basta ese amplio eco de flores
y basta el silencio.
Nudos astrales en tu cabello desparramado
observando el ocaso de mis dioses
rindiendo pleitesía al destino.
Cada día a tu lado transcurre como una caricia
segundos de miel en nuestras pieles desnudas.
Describes siluetas y fenómenos cuánticos
besos y rasguños en tu sábana mojada.
La eternidad despierta junto a nosotros
con su vendaval de figuras omnipresentes
atemporales y amorales.
¿Qué deseo?
Surtir tu mar de peces
contemplar el futuro en tus brazos
y una pasión en llamas
*
Las imágenes que acompañan al texto son propiedad de Tony Ciampa.
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La obra de Dickens es tan extensa como extraordinaria. Además de encontrar asombrosas lecciones para guiar nuestras vidas, en ellas nos enfrentamos con un escritor genial y auténtico que, con una sola obra, cambió la historia del mundo para siempre.