Una oruga que habla y fuma una extraña sustancia, un conejo que se siente estresado por la hora, brebajes que tienen la capacidad de aumentar el tamaño de una persona, una reina que pide que corten la cabeza de sus enemigos, un lugar donde ninguna ley tiene lógica y las cosas parecen estar trastocadas por la locura. Lewis Carroll hizo que los lectores de la Inglaterra victoriana, en la cual habitó, se internaran de mano de su novela Alice in Wonderland (1865) en un mundo oscuro que hasta este día sigue fascinando a lectores y siendo referente en la literatura de fantasía.
En sus páginas se alojan frases de una filosofía digna de revisarse una vez y otra: (Alicia: ¿Cuánto es para siempre? El conejo blanco: A veces, sólo un segundo). Esta es una muestra de la aguda mente de un hombre del que se saben muchas cosas pero también varias más permanecen en el terreno de la especulación (¿sufrió abusos sexuales de niño?, ¿sus padres en verdad lo obligaban a escribir con la mano derecha cuando él era zurdo?, ¿era un niño prodigio que aprendió a leer apenas a los tres años?).
Nos hemos dado a la tarea de seguir al conejo blanco hasta su madriguera para consultar con el Sombrerero Loco y su amiga la Liebre qué saben de su creador Lewis Carroll y esto fue lo que recopilamos de dos personajes que quizá sean más fiables que aquéllos que se llaman cuerdos:
–
Niño prodigio
El progreso del peregrino fue una de las primeras obras que Carroll leyó a la corta edad de siete años, ya que gracias a la extensa biblioteca de su familia aprendió a leer a los tres años y tenía acceso a varios de los mejores libros de su época.
–
Una familia especial
Lewis Carroll tuvo diez hermanos, todos ellos de carácter retraído que solían tartamudear al hablar. Lo más curioso es que, sin excepción, eran zurdos. En el siglo XIX, los que se caracterizaban por este último detalle no eran bien vistos al ser considerados anormales, situación que pesó mucho sobre Carroll, quien además padecía de sordera en el oído derecho. Se ha especulado en repetidas ocasiones que sus padres lo obligaban a escribir con la mano derecha y que había sufrido ataques sexuales de niño, motivo por el cual su carácter era de una profunda timidez.
–
Lewis Carroll
Su nombre verdadero era Charles Lutwidge Dodgson. La primera obra que publicó con el nombre de Lewis Carroll salió en 1856 y se titulaba Solitude. Con este nombre también publicó obras de matemáticas y lógica además de su archiconocido relato Alice in Wonderland.
–
Crítico
Él mismo era muy crítico con su obra literaria. Antes de que publicaran sus primeros libros y su más conocida historia, afirmó: «No creo haber escrito todavía nada digno de una verdadera publicación, pero no desespero de hacerlo algún día».
–
¿Cómo obtuvo su pseudónimo?
Tomó su nombre y primer apellido y los transformó al latín: Ludovicus Carolus. Después tomó este nombre latinizado y lo devolvió al inglés, obteniendo como resultado: Lewis Carroll.
–
Inspiración infantil
Alice Lidell es el nombre de la niña en la que el autor se inspiró para crear su célebre relato Alice in Wonderland. Carroll aparentemente estaba enamorado de ella, ya que se cuenta en la actualidad con una extensa colección fotográfica de la niña cuya autoría es del escritor, quien era un gran aficionado a este arte.
_
¿Pedófilo?
Cuando sobre él recayeron sospechas de pedofilia, se encargó personalmente de destruir una parte importante de las fotografías que había sacado de niñas a lo largo de su actividad como fotógrafo aficionado.
_
Una obra misteriosa
Expertos en literatura y en la vida de Carroll sospechan que Alice in Wonderland tiene diversas lecturas o interpretaciones escondidas: la más conocida de ellas es que el libro es una partida de ajedrez que comienza con Alicia en forma de peón y culmina como la Reina Blanca (hay que recordar que Carroll era un gran amante de este juego). Otros sospechan que el relato contiene una clara alusión al sexo, la política y el abuso de drogas. Una tercera lectura es que la historia es una referencia a la pubertad y la adolescencia reflejada en las distinta etapas que la protagonista atraviesa a lo largo de su relato.
_
Un paseo muy especial
El título original de este relato era Las aventuras subterráneas de Alicia. La idea le vino cuando navegaba por el río Támesis con las hijas de un amigo cercano (una de ellas era la ya citada Alice Lidell). Para entretenerlas comenzó a contarles la historia de la niña que se mete a la madriguera de un conejo blanco y accede a un mundo extraño y surrealista. Después escribió el relato oral y se lo presentó a las niñas con el título final de Alice in Wonderland.
_
Inventor
Carroll tenía una mente tan inquieta que vivía para escribir, jugar ajedrez e inventar acertijos y juegos. Circula la leyenda que afirma que a él se le debe el antecedente del famoso juego de mesa Scrabble.
_
Problemas de salud
Fue diagnosticado con epilepsia crónica aunque sólo tuvo dos ataques conocidos. En la Inglaterra victoriana la epilepsia era una enfermedad que estaba estigmatizada y quienes la padecían sufrían el rechazo de las personas. Esto afectó a Carroll en su estado de ánimo.
_
¿Asiduo consumidor de drogas?
Lewis Carroll aparentemente conocía los efectos del opio, el láudano y otros estupefacientes en el cuerpo, hecho que lo llevó a describir de manera tan acertada y lúcida la escena en la que Alicia aumenta de tamaño tras comer unas setas (una referencia al hongo alucinógeno amanita muscaria con efectos similares a los del láudano).
_
Otras profesiones
Durante 26 años se desempeñó como un experto profesor de matemáticas, pasión que le venía desde su infancia, y también lo hizo como diácono. Sus profesores lo elogiaban debido a su capacidad intelectual y facilidad con los números a pesar de que se distinguía por ser un alumno distraído.
_
¿Asesino en serie?
Richard Wallace, autor del libro Jack the Ripper, Light-hearted friend (1996), sostenía en este documento la sospecha de que Lewis Carroll era en realidad Jack “El Destripador,” uno de los más famosos asesinos en serie de la era moderna. Supuestamente, Wallace había descubierto mensajes ocultos en los relatos del autor que delatarían su responsabilidad en los crímenes cometidos en el barrio de Whitechapel, Londres.
Tras este interesante diálogo con el Sombrerero Loco y la Liebre acompañado de una taza de té, sigue al conejo blanco hasta su madriguera y descubre la verdad detrás del perverso mundo de Alicia en el País de las Maravillas, además del mundo de Mark Twain, Lewis Carroll y otros escritores que usaron nombres falsos.