Me declaro culpable de no bajar el cielo a tus pies,
de aun no volar hasta tu destino,
me declaro culpable de no haber podido
compartir el paraíso contigo.
Me declaro culpable de no haber sentido
cada lágrima, cada latido,
corre así un amor adolorido
sin saber dónde resonar su gemido,
conoce el amor, luego ve que lo ha perdido
a manos de este insensato bandido,
sin saber razón, sin saber motivo.
Me declaro culpable,
de no bajar el cielo a tus pies,
no darme cuenta, ya ves,
a tiempo, de cuánto te amaba,
cuánto esperar esa mirada,
de no darme cuenta, ya ves,
de tu amor, en noviembre y cada mes.
La imagen que ilustra este poema pertenece a la fotógrafa española Lovenenoso. Puedes visitar su perfil para conocer más de su trabajo.