Fernando Pessoa desconcertaba a todos y eso lo convirtió en uno de los escritores más importantes de su época. Firmaba sus escritos con otros nombres que llamaba “heterónimos”, pero no sólo era el hecho de firmar bajo el nombre de otro, sino de crear una personalidad propia para cada uno.
En total fueron 70. Cada uno de ellos con una manera de escribir particular y perfectamente bien diferenciada de la otra. Sólo al conocer los experimentos y el contexto de Pessoa, podemos comprender que al leer un libro en el que aparezca “Alberto Caeiro”, “Álvaro de Campos” o “Ricardo Reis” se trata de Pessoa.
¿Cómo es que un escritor logra maquinar misterios tan oscuros pero al mismo tiempo geniales? Sigue siendo un misterio. Sin embargo, ejemplos curiosos y extraños como éste se encuentran en diversos libros que seguro has leído:
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El gran Gatsby (1925)
F. Scott Fitzgerald
Rompiendo todas las reglas , F. Scott Fitzgerald colocó un epígrafe en El gran Gatsby de manera completamente inusual: no firmó con el nombre de una persona real sino de un personaje creado por él:
«Entonces usa el sombrero de oro, si eso la conmoverá; si puedes saltar alto, salta para ella también, hasta que grite: “Amante, amante con sombrero de oro, alto rebote, ¡Debo tenerte!”»
—Thomas Parke D’Invillier
Thomas Parke D’Invillier era un seudónimo del escritor y fue creado como un personaje destacado en This Side Of Paradise en el cual, Fitzgerald elaboró una especie de autobiografía. Algunos dicen que en realidad se trataba de un amigo suyo, pero otros, sostenían que se era una especie de alter ego.
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El código Da Vinci (2003)
Dan Brown
En la primera página de introducción de este bestseller se encuentran algunas letras en negritas. Al juntarlas se lee: istherenohelpforthewidowsson. Al separarlas, significa esto:“¿no hay ayuda para el hijo de la viuda?”. El sentido de la oración aun es oscuro.
No obstante, debido a que esta extraña nota llamó la atención de muchos de los estudiosos del libro, comenzaron a surgir diversas teorías. Entre ellas, y quizá la más aceptada es que se trate de un significado masón. “El hijo de la viuda” tiene connotaciones específicas en esta secta, aseguran los investigadores; sin embargo, Dan Brown no se pronunció al respecto.
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Star Wars (1977)
George Lucas
La saga Star Wars está llena de misterios, “premoniciones” y símbolos ocultos, según sus adeptos intérpretes. Uno de ellos es el seudónimo de Han Solo quien, en el libro, se hace llamar “Jenos Idanian”
Este es un anagrama de Indiana Jones, historia que interpretaría años más tarde Harrison Ford. Un aspecto notable de este hecho es que ambos personajes tienen actitudes y emociones similares: son aventureros y temerarios. Sobre ello, han girado diversas teorías, pero ninguna avalada de manera oficial.
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Una serie de eventos desafortunados (2004)
Daniel Handler
En el último de los dibujos que aparece en el primer libro, del lado inferior izquierdo se encuentra una serpiente enroscada en un farol. Este reptil anticipa la próxima entrega: The Reptile Room. En otra ilustración, se ve una especie de mecanismo ocular tras las rejas, este pequeño dibujo adelantaría la historia de The Miserable Mill.
Algunos apuntan que o bien ya estaba planeada la serie, o bien esos elementos pudieron alimentar la inspiración para realizarla.
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La Comunidad del Anillo (1954)
J. R. R. Tolkien
J. R. R. Tolkien ideó no sólo un mundo de fantasía con leyes y valores propios, sino también un sistema de lenguaje: las lenguas élficas. A lo largo del libro, hace alusión a ellas esporádicamente, pero además, cada portada de La Comunidad del Anillo cuenta con una inscripción más amplia.
El escritor también era filólogo, lo que le facilitó crear el nuevo lenguaje. Incluso, pudo dividir dos diferencias sustanciales: el “quenya”, hablado por los Altos Elfos Noldor y el “sindarin”, propio de los elfos grises, todos ellos con sus leyes de gramática y simbología propias.
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A través del espejo (1871)
Lewis Carroll
Alice Pleasance Liddell es el nombre real de la niña que inspiró a Lewis Carroll para escribir su novela más famosa: Alicia en el país de las maravillas. En su continuación, publicada 7 años después, A través del espejo, aparece un poema que es, en realidad, un acróstico.
Mucho se ha dicho sobre el posible enamoramiento de Carroll hacia la pequeña Alice, la fascinación que pudo tener el escritor por ella y por su hermana han abierto el paso a cientos de especulaciones. Muchos ven en este poema la manifestación secreta de un deseo pedófilo reprochable.
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Leer entre líneas, abrir los ojos y la percepción a mensajes ocultos, enriquece la lectura hasta niveles sorpresivos. La verdad, es que para cualquiera pueden ser elementos contingentes que no tienen mucho que ver con las tramas, o que sólo roban la atención al contenido. Sin embargo, estos símbolos son la clara manifestación de la genialidad de las mentes que entretejen las historias capaces de conmover hasta el llanto, sacudirse del horror o enamorarse de los personajes.
Los escritores son como los asesinos seriales: les gusta crear misterio pero no permiten ser descubiertos. Dejan huellas; tímidos vestigios escondidos que esperan ser descubiertos. ¿Para qué? Todavía no lo sabemos.
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Si quieres saber más sobre letras, conoce el libro que te mostrará cómo es la mente de un psicópata asesino y conoce el poema para los que lloran cuanto terminan un libro.