Cuando leemos, nos quedamos absortos en las páginas y todo a nuestro alrededor comienza a difuminarse. Nuestra mente trabaja a mil por hora edificando escenarios, dibujando rostros y hasta reproduciendo olores y sonidos. Cada letra va despertando en nosotros toda clase de sensaciones; sentimos empatía por los personajes, deseos de visitar esa realidad alterna tan tentadora.
Queremos cegarnos del mundo que conocemos para inventar uno propio. Vivir otra vida, poseer otro sexo, convertirnos quizás en un detective o una cortesana.
En México, existieron y existen grandes autores que le apostaron al cuento como género literario, ligeramente empolvado por su riesgosa extensión y argumento relativamente sencillo. Esto no ha impedido que en unas cuantas páginas se contengan universos y extraordinarias historias, inspiradas por un México colonial, la naturaleza o amores imposibles.
En esta lista sugerimos diez cuentos, algunos conocidos y otros no tanto, que van desde la inocencia hasta el erotismo, de la cordura a la locura, mientras que otros reviven memorias con una pizca de fantasía que dan un giro a la historia. Escapa un momento del cotidiano y viaja a otras realidades con estos relatos breves.
Historia de gallina, Édgar Omar Avilés
Édgar Omar Avilés compiló en este volumen cinco historias de fantasía recargada de imágenes y acción. En él se encuentra el cuento que lleva el nombre del libro, ganador del Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí, del INBA en 2008. “Historia de gallina” pertenece al libro de cuentos Luna Cinema. Una historia para nada convencional, llena de fantasía, terror y hasta tintes sexuales, relata la historia de una niña caprichosa que tiene una gallina mágica como mascota. Este cuento lo puedes encontrar en este enlace.
Nos han dado Cadereyta, Rafael Pérez Gay
En este cuento, Pérez Gay narra la historia de alguien que busca un departamento en la colonia Condesa, en la calle de Cadereyta, donde solía vivir con sus padres. Cómo el autor convierte una trivialidad en un relato fascinante se debe a la manera en que presenta los hechos, “los más íntimos de la vida como cursor de la existencia”. Lleva lo banal y doméstico al borde de la locura.
El principio del placer, José Emilio Pacheco
“Nadie tiene la culpa de que yo ignorara que todo es una farsa y un teatrito” . Un relato con profundo significado de la realidad y la farsa que cuenta la historia de Jorge, quien se enamora a primera vista de Ana Luisa. El principio del placer forma parte del libro que lleva el mismo nombre, junto con otros cinco cuentos.
Mi vida con la ola, Octavio Paz
El ganador del premio Nobel de literatura trata en su relato la humanización de la naturaleza, y muchos se unen a la idea de que utiliza la alegoría de la ola con esencia femenina para hablarnos de la naturaleza destructiva de las relaciones amorosas.
Macario, Juan Rulfo
Originalmente publicado en la revista América en junio de 1946, nos cuenta la vida de Macario, de quien no se especifica su edad, pero se sobrentiende que sus facultades mentales no son óptimas. Acogido por su madrina, una señora fanática religiosa, se aprovecha de Macario y lo maltrata de todas maneras posibles. Puedes leerlo aquí.
El guardagujas, Juan José Arreola
Un forastero se encuentra con un anciano, y el resto es historia. Este cuento manifiesta la poca organización y desarrollo que se tiene en el país con el inicio de las vías ferroviarias. Algunos podrían interpretarlo como una crítica a las sociedades industrializadas. Puedes leerlo aquí.
La muñeca reina, Carlos Fuentes
La trama gira en torno de la nostalgia por la niñez y los amigos entrañables de esa etapa. El conflicto entre el presente y el pasado, la identidad fragmentada por el tiempo y la muerte son representados en un contexto fantástico. En 1971, el cuento fue adaptado para el largometraje Muñeca reina, de Sergio Olhovich.
Falta de espíritu scout, Jorge Ibargüengoitia
El “Tecolote de Guadaña”, nombre scout de Ibargüengoitia, cuenta su memorable experiencia en el Movimiento Scout, del cual formó parte cuando tenía apenas 12 años y donde conoció a quien fuera un gran amigo, el artista plástico Manuel Felguérez.
La habitación 12, Norma Lazo
Una mujer abusa sexualmente de un hombre en estado de coma que ha sufrido como daño colateral del priapismo (erección continua). En la historia, la autora hace una comparativa del repentino deseo sexual de la protagonista por su paciente con los recuerdos de ésta de su infancia.
El mal fotógrafo, Juan Villoro
Un melancólico relato que habla de un padre de familia desapegado que, después de su partida, encontraron sus fotografías. Esas fotos, igual de torpes y difusas que él, confirmaron lo que se suponía. Utilizaba la lente de la cámara para mirar a su familia, “sus ojos, que no estaban hechos para vernos, querían vernos”.
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