Imagen por Jacob Surland
Te regalo un “te amo”,
úsalo como quieras: guárdalo,
díselo a otra persona,
vívelo,
mátame con el silencio de no contestarlo.
Siéntelo,
incomódate con él, no sé,
hazle lo que tengas que hacer,
pero a mí libérame de este veneno
de amor que consume mi ser.
Olvídalo, mátalo,
sumérgelo en el fondo
del océano,
piérdelo,
ven y tíramelo en el rostro.
Búrlate de él si es necesario,
de lágrimas llénalo
cuando te plazca,
trágalo a bocanadas
en el suelo contémplalo.
O si amarme sientes
sólo bésalo
mil veces
hasta que encuentres
en él mi suspiro.
Regocíjate con él a carcajadas,
extráñalo mil veces,
de lugar cámbialo, y búscame
cuando te desesperes por mí en las madrugadas.