La joven autora Karen Barrera presenta a continuación una soberana declaración de ideas en torno de la libertad, la autonomía en el contexto amoroso y de pareja. El bienestar, el autorreconocimiento y la aceptación, no resignación, como forma de homenaje al amor hacia el otro, pero sobre todo al propio.
Gracias por soltar
Hoy no puedo evitar mirarte y pensar en toda la historia que no escribimos. En todo lo que siempre pensamos que sería, imaginando, dibujando en las nubes lo que deseábamos que sucediera y nunca pasó.
Jamás podría culparte, culparme o culparnos, sólo sucede lo que tiene que suceder, y lo que no, se pierde aunque quede por siempre en aquella memoria que no recuerda la realidad, sino los sueños, los anhelos, los futuros que una y otra vez se fueron modificando para nunca ser y dejar sólo huella de lo que alguna vez deseamos.
No es que sea algo triste o trágico, es sólo que así es. Alguna vez leí por ahí una frase que citaba: “Quizás tú tenías planes, pero tal vez la vida tuvo una mejor idea”. Uno siempre cree que hay algo esperando por nosotros y en realidad no hay nada que aguarde, la vida brilla y oscurece sin cesar cada 24 horas, observando cómo esperas por algo que te haga reaccionar, que te haga suceder, que te haga valiente, que te dé lo que ansías aunque muchas veces no sepas lo que es exactamente.
Lo nuestro sucedió en un breve instante para abandonarnos, tal vez para siempre, quizás para volver después. Nadie, ni nosotros, podemos saberlo. Existió y con eso basta para que una sonrisa en el corazón no deje de acompañarme.
Nunca podría dejar de agradecerte por encontrarte conmigo, por ser mi cómplice y amigo, por abrazarme y no soltarme, pero sobre todo, no hay momento en el que deje de agradecerte por dejarme ir, por soltarnos cuando era necesario para no pudrir todo lo bello que nos había hecho quienes fuimos cuando sólo podíamos decirnos “adiós”.
Porque decir adiós no sólo es crecer, es amar; hasta el hueso, hasta ese terrible cosquilleo que te carcome la garganta, las palabras sin sentido que quieren aferrarse a algo que ya no existe, hasta ese ardor en los ojos que te suplica condenarte en el pasado, hasta ese vacío en la boca del estómago que te ruega no dejarlo ir. Es ahí cuando triunfa el amor de verdad, cuando a pesar de nuestro propio cuerpo, somos capaces de dejar partir, a él, a ti, a ustedes.
Duele, lo sabes y quizás te desgarre hasta quedarte sin fuerzas, pero los mataría el quedarse uno al lado del otro pero no juntos; destrozando la magia que alguna vez hubo, porque entonces ya no habrá nada y sólo quedará la terrible soledad, conformismo, miedo de estar sin la otra persona, alimentándose de lo construido y dejarlos sólo en ruinas.
Por eso te agradezco por soltarme, por dejarme soltarte y poder recordar con inmensa felicidad lo que seguimos siendo en alguna parte del universo, donde quizás apenas estamos sucediendo. Gracias porque el día que nos lleguemos a encontrar, porque el mundo así es de misterioso, podamos sonreír con todo el amor que fue de nosotros.
Y sólo leer en nuestras miradas, “gracias” y “adiós” de nuevo, porque aún hay amor y siempre lo habrá. No podemos desprendernos de aquello que nos hizo tan grande el corazón, tan liviano nuestro andar, tan bella la razón.
*
Las imágenes que acompañan al texto pertenecen a Alexander González Delgado.
***
Estos poemas de Cristina Peri Rossi te ayudarán a entender por qué las pasiones son un volcán.